‘Avatar: El sentido del agua’ y el futuro de las salas de cine

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Avatar 2

A juzgar por los últimos años, la industria de Hollywood parece condenada a un estado de transformación perpetuo. La consagración del streaming y la consolidación de los grandes estudios estrellaron contra la pandemia. Unos años después, el streaming languidece al tiempo que los estudios buscan formas de volver a ser verdaderamente rentables. Avatar: El sentido del agua llega a las salas justo en ese instante de disrupción en el que el futuro del cine es más incierto que nunca.

Con un presupuesto cercano a los 400 millones de dólares, la película de Disney habría sido una de las más caras de todos los tiempos, según Deadline. Su director, James Cameron, está acostumbrado a los récords.

La primera parte de Avatar ostenta uno como el filme más taquillero de toda la historia, sin ajustar por inflación. En teoría, solo Lo que el viento se llevó la superaría en ese último caso.Y Titanic sigue en el top 3 de películas más taquilleras de la historia solo superada por la propia Avatar y por Vengadores: Endgame.

Con Avatar: El sentido del agua, el estreno en cines debe aspirar a llegar a números cercanos a los de las mencionadas: más de 2.000 millones de dólares de recaudación global. Solo así Disney podrá recuperar su inversión. Pero tras un primer fin de semana de estreno algo por debajo de las expectativas, las proyecciones apuntan a que Cameron podría quedarse corto.

La apuesta de Cameron es significativa porque define bien el momento en el que se encuentra Hollywood. Tras la pandemia, el público todavía no ha vuelto en masa a los cines. Tampoco lo han hecho las películas. Y la apuesta de los estudios por el streaming ha creado una expectativa diferente en los espectadores. Pero Avatar es otra cosa. O al menos eso intenta demostrar Cameron.

La pregunta es, ¿qué intenta demostrar Cameron? ¿Tiene sentido una inversión tan enorme como la de Avatar: El sentido del agua en un momento como el actual? ¿Y cómo encaja el streaming y las salas de cine en toda esta historia que definirá el futuro de Hollywood?

Cómo Avatar cambió los cines

Ahora mismo, existe la percepción de que la Avatar de 2009 nunca llegó a tener el peso cultural que sí tuvieron superproducciones de Cameron como Aliens: El regreso, Terminator o la propia Titanic. Y ahi entra la consigna importante de este artículo: nunca apuestes en contra de James Cameron. Porque para entender las expectativas en torno a Avatar: El sentido del agua primero hay que entender lo que significó Avatar en primer lugar.

La película despertó el fenómeno del cine en 3D. En 2009, solo unos 6.000 proyectores en todo el mundo eran capaces de reproducir una película en ese formato. Ahora, más de 110.000 lo son.Lo mismo ocurre con las salas IMAX, el formato de proyección en salas de cine enormes cuya popularidad se ha disparado en los últimos años. En 2009, solo había 300 salas IMAX en todo el mundo. Ahora, hay más de 1.700.

En los 12 años que han pasado desde el estreno de Avatar, también se han hecho hueco en los cines los blockbusters de Marvel y Star Wars. No todo se explica con la película de Cameron.

Pero solo se habían estrenado dos títulos del Universo Cinematográfico Marvel cuando Avatar llegó a las salas. Disney acababa de comprar Marvel y ni siquiera había adquirido todavía Lucasfilm.De la misma forma, es posible que lo que demostró Cameron sentara los cimientos que facilitaron después las apuestas de Disney en esas superproducciones.

Al fin y al cabo, los espectadores fueron a ver Avatar por la experiencia.

Más del 80% de los espectadores que la vieron en 2009 lo hicieron en formato 3D. Ese porcentaje caía por debajo del 50% con películas de Marvel que se estrenaron años en adelante.De las grandes superproducciones pendientes de estreno en el próximo año, Avatar: El sentido del agua no es la más esperada, pero sí la que más gente quiere ver en salas, según encuesta de Morning Consult.

Avatar 2 llega a los cines con un mundo cambiado

El desembarco de Avatar: El sentido del agua llega con un panorama muy cambiado con respecto a 2008. La pandemia ha puesto el futuro de las salas de cine en duda y la industria espera que Cameron alivie sus temores. El mismo cineasta reconoce parte de la responsabilidad que tiene sobre sus hombros. Y mucho tiene que ver con lo que quiere demostrar: que el público seguirá yendo al cine cuando la experiencia justifique dejar el mando de la televisión a un lado y salir de casa.

Con la pandemia, los estudios de Hollywood volcaron sus esfuerzos a las plataformas de streaming en un contexto en el que le habían cedido demasiada ventaja a Netflix1.Los estudios también han experimentado con cambios en la ventana de distribución, el periodo de entre 75 y 90 días que habitualmente pasa entre el estreno de una película en cines y su salida en vídeo bajo demanda y streaming.Y desde 2009, el público tiene televisiones de altísima calidad e incluso sistemas de sonido que acercan la experiencia cinematográfica al hogar.

El nuevo escenario permite a millones de personas disfrutar de películas en 4K y sonido de alta calidad desde el sofá de su casa. Hace apenas un año, algunas superproducciones de Hollywood llegaron a estar disponibles en streaming al tiempo que los cines las proyectaban en salas. Y eso se nota en la taquilla.

Este año, la taquilla estadounidense está un 34% por debajo de lo que estaba a estas alturas en 2019, según la firma de datos Comscore.Mucho tiene que ver con un menor número de películas en las salas. A estas alturas del año, en Estados Unidos se han estrenado 67 películas en más de 2.000 salas, un 36% menos que en 2019.La media de recaudación de esas películas es de casi 90 millones de dólares, en línea con lo que consiguieron los filmes de 2019.

Los estudios tienen ahora que decidir qué películas llegan a los cines y cuáles se quedan en casa. En principio, las superproducciones como Avatar: El sentido del agua tienen las de ganar.

El streaming no es la panacea

El argumento para que lleguen más películas como Avatar a los cines es que el streaming no se ha convertido en la panacea que muchos creían.

La velocidad de crecimiento se ha resentido conforme las compañías han subido los precios de suscripción en busca de rentabilidad.Mismamente, el exconsejero delegado de Disney Bob Chapek perdió su puesto tras un informe trimestral que reveló pérdidas enormes en su división de streaming.

Algunas películas incluso han demostrado que relegar todo el contenido a streaming es una oportunidad perdida.

Películas recientes como The Batman o Encanto demostraron tener un gran poder en taquilla para luego convertirse en éxitos de las plataformas de streaming.En el caso de Encanto, ni la película ni su canción ‘We Don’t Talk About Bruno’ jamás se habrían convertido en los fenómenos que acabaron siendo sin un paso previo por cines y un posterior estreno en streaming, según los picos de popularidad que vio la firma Diesel Labs.

Pero, ¿en qué títulos deben los estudios volcar los cientos de millones de dólares en producción y marketing que cuesta sacar adelante películas como Avatar: El sentido del agua?

En el caso de Cameron es fácil: nunca apuestes en su contra. Su filmografía así lo demuestra.En el caso de franquicias como Marvel y Lucasfilm, sus personajes suelen ser infalibles.Las dificultades están con casi todo lo demás.

¿Una espera demasiado larga?

«La respuesta [a este panorama], en mi cabeza, es que cuando estás en casa, tienes un mando y tienes el control y puedes ser multitarea; no interrumpes el flujo de tu vida para ver algo», dice Cameron en una entrevista con Deadline. «Cuando vas a una sala de cine, tomas una decisión consciente de interrumpir tu flujo de vida y dejas que [la película] te entre, se introduzca dentro de ti y te golpee a un nivel más profundo. Creo que todavía queremos eso».

En resumen: Cameron argumenta que los estudios tienen que convencer al espectador de que una película como Avatar: El sentido del agua debe verse en una sala de cine.

Mucho tiene que ver con que no está del todo claro que el público tuviera apetito para una secuela de Avatar cuando la magia de la primera vez ya se ha perdido. ¿Ha esperado Cameron demasiado tiempo a estrenar una segunda parte? Al menos, su filmografía demuestra que esperar entre una película original y su secuela no es necesariamente un suicidio comercial.

Entre la Alien de Ridley Scott y la segunda parte que dirigió Cameron pasaron siete años. Ambas fueron un éxito en taquilla.Entre Terminator 1 y Terminator 2 también pasaron siete años. La secuela superó en taquilla a la original.

En el caso de Avatar: El sentido del agua, la secuela llega 12 años más tarde que la primera parte. El propio Cameron admite que quizá ha pasado demasiado tiempo. Si ese termina siendo el caso, la esperanza para Cameron y el futuro de las salas de cine es que la experiencia de ver Avatar en la mejor pantalla posible sea lo que atraiga a las masas. Porque quedarse corto podría significar:

Que los espectadores necesitan una excusa muy convincente para ir al cine.Que los estudios deben arriesgar menos a la hora de apostar cientos de millones de dólares.Que ni siquiera Cameron es infalible.

Sentencia Cameron: «¿Podemos ser rentables en un mercado cambiado? ¿O solo somos el último dinosaurio antes de que impacte el cometa?».

Fuentes

1 Cabe recordar que las plataformas de streaming Disney+ (de The Walt Disney Company), HBO Max (de Warner Bros. Discovery), Peacock (de NBCUniversal) y Paramount+ (de Paramount Global) solo aterrizaron en el mercado entre 2019 y 2021. Eso son cuatro de los cinco grandes estudios de Hollywood. El otro, Sony Pictures, no tiene plataforma de streaming propia.

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