- Un informe de Ecologistas en Acción y Mighty Earth señala el impacto negativo de las inversiones de Banco Santander en sectores como la agroindustria, la industria fósil y el negocio armamentístico.
- El lanzamiento del informe coincide con la celebración de la Junta General de Accionistas que celebra hoy el banco en Boadilla del Monte.
Con motivo de la Junta de Accionistas que celebra hoy Banco Santander, Ecologistas en Acción y Mighty Earth han presentado el informe “Banco Santander: Financiando la crisis climática”, en el que se resumen algunas de sus inversiones más negativas para el planeta.
Según el informe, entre los años 2010 y el 2022 Banco Santander ofreció crédito por valor de 11.086 millones de dólares a los sectores más implicados en la deforestación mundial: madera, papel, aceite de palma, carne de vacuno, soja y caucho, al tiempo que ocupó la quinta posición en el ranking de financiadores de estos sectores.
Banco Santander es también la segunda institución financiera de la UE que más créditos concede a los principales exportadores brasileños de carne de vacuno implicados en la deforestación: JBS, Marfig y Minerva.
En el caso de JBS, desde 2019 Banco Santander ha realizado nueve emisiones de bonos por importe de 7.650 millones de USD , y ha participado en ocho de ellas por un importe de 7.150 millones. Esto le coloca entre los 20 bancos que no solo están financiando la deforestación en las selvas tropicales, sino también las mayores emisiones de metano (un gas con un potencial de calentamiento climático 84 veces mayor que el CO2) relacionadas con el sector ganadero a nivel mundial.
En cuanto a la financiación de la energía fósil, el informe detalla un aumento del interés del sector financiero por el Gas Natural Licuado (GNL, compuesto fundamentalmente de metano), una de las industrias más nocivas del mundo.
Banco Santander, según datos proporcionados por Profundo, habría participado entre abril de 2021 y septiembre de 2022 en la colocación de bonos por valor de 3.000 millones de dólares para Venture Global LNG, una compañía estadounidense que está desarrollando plantas de GNL en la costa del golfo de México.
Se trata de una inversión muy controvertida, ya que las organizaciones locales alertan de la contaminación del aire en la zona y de los problemas de salud que está provocando en la población local. Por otro lado, los problemas medioambientales son varios: peligro de que el emplazamiento se inunde; traslado de la contaminación por productos químicos a viviendas; y tierras de cultivo y frágiles humedales costeros. A nivel social la mayoría de personas en este territorio, predominantemente comunidades negras e indígenas, siguen luchando a diario para que sus hogares no se conviertan en zonas de sacrificio.
Por último, el informe apunta al negocio armamentístico, y haciéndose eco del informe del Centre Delàs “Financiación de la militarización y la guerra de fronteras en el Mediterráneo” [resumen | informe] señala cómo Banco Santander financió con más de 4.000 millones de euros a grandes empresas dedicadas a la industria del armamento y militarización de fronteras entre el año 2020 y 2022. Todo esto a pesar de las políticas del banco que prohíben la financiación de armamento militar.
El informe finaliza con una serie de recomendaciones hacia el Banco Santander entre las que se encuentran:
- En materia de deforestación:
- Suspender cualquier servicio, financiación o contrato con aquellas empresas que no demuestren de forma transparente que cumplen plenamente sus acuerdos de no deforestación.
- Exigir a las empresas energéticas, cárnicas y lácteas financiadas por Banco Santander que publiquen información cuantificada, verificada de forma independiente y completa sobre las emisiones de metano (Alcance 1, 2 y 3) por línea de producto.
- En relación con la industria fósil:
- Cumplir con los acuerdos globales firmados (en especial del Net Zero Alliance) y adoptar una estrategia de retirada progresiva de la industria del petróleo y el gas de acuerdo con un calendario específico.
- En cuanto a la industria armamentística:
- Establecer mejores mecanismos de seguimiento y control basado en legislaciones y normas internacionales sobre la financiación de compañías dedicadas al desarrollo de materiales de doble uso (tanto civil como militar).
- Retirar la financiación a cualquier compañía que se dedique al desarrollo, fabricación y distribución de materiales susceptibles de ser usados para la guerra.
Ecologistas en Acción y Mighty Earth, organizaciones firmantes del informe, han declarado: “Debemos estar vigilantes para evitar el lavado verde (greenwashing) y exigir una responsabilidad corporativa a Banco Santander que realmente sancione este tipo de inversiones y que permita una redirección de los flujos financieros hacia actividades que no impacten en la vida de las personas y la salud del planeta”.
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