Bulos que matan: las consecuencias reales de la desinformación

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Sabemos que cuando compartes un bulo no lo haces a malas (o al menos eso esperamos) y que detrás de ese pequeño gesto no hay intención de dañar a nadie (más os vale), pero no sólo estás fomentando ese ecosistema de desconfianza y confusión que propicia la desinformación, también podrías estar poniendo en peligro a personas con nombre y apellido. Peligro real.

En Maldita.es os traemos algunos ejemplos de casos en los que la difusión de un bulo tuvo consecuencias fatales. Muchos de ellos comienzan en Whatsapp y por eso podéis avisarnos en el +34 644 22 93 19.

El impacto de los bulos sobre la vacuna contra la COVID-19

Un ejemplo de desinformaciones con consecuencias reales sobre las vidas de quienes las reciben son las que están relacionadas con la vacuna contra la COVID-19. Esos bulos se empezaron a difundir incluso antes de la campaña de vacunación mundial y siguen difundiéndose años después.

Algunos de esos bulos hicieron que Steven Brandenburg, un farmacéutico del hospital Aurora Medical Center, en el estado de Wisconsin (EE.UU.), retirara dos veces del frigorífico del centro en el que trabajaba una caja de vacunas Moderna, que contenía 570 dosis, como informó The Daily Beast.

Brandenburg, de acuerdo con The Washington Post, “durante meses había dicho que pensaba que la vacuna dañaría a las personas, las haría infértiles y les implantaría microchips”. El diario también explica que “el farmacéutico, que acordó declararse culpable de los cargos de intentar estropear la vacuna, también cree que la Tierra es plana y que el cielo no es real, según documentos judiciales”.

El mismo diario explica que el farmacéutico declaró en un email a los investigadores del centro que sacó las vacunas del frigorífico “con el propósito de permitir que la vacuna esté fuera del rango de temperatura para que no fuera efectiva” ya que creía que la vacuna "sería dañina para las personas que la reciben".

La desinformación sobre la vacuna contra la COVID-19 también propició cierres de centros de vacunación por parte de manifestantes antivacunas y aprovechó la muerte de un bebé con tres meses de vida para sembrar bulos sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra la COVID-19.

La muerte del bebé fue anunciada por la propia madre a través de sus redes sociales. Al día siguiente, alguien que había buscado entre sus tuits antiguos confirmó que la madre se vacunó contra la COVID-19 durante su embarazo, tal y como recomiendan la práctica totalidad de los organismos científicos y sanitarios. Así, un usuario desinformador creó una imagen de sus tuits: uno del mes de julio, donde compartía su alivio por recibir la vacuna; y otro de septiembre, con la historia de su pérdida. “Escribió ‘seguras… y efectivas’ junto a las capturas, insinuando que la vacunación durante el embarazo había causado la muerte de mi hijo”, señala.

Bulos sobre el coronavirus que afectan a personas: la historia de Jaki y su mujer, comerciantes chinos de Totana que fueron víctimas de un bulo sobre el contagio del virus

Semanas antes de que España decretara el confinamiento por la COVID-19, Jaki, un comerciante chino de Totana (Murcia), se convirtió en una de esas víctimas de la desinformación cuando a un vecino de la localidad se le ocurrió difundir un mensaje en el que decía que su mujer acababa de regresar de Wuhan (China) y estaba en cuarentena por el coronavirus. Era mentira, pero el daño ya estaba hecho.

Según contó él mismo, Jaki estaba en su tienda cuando un vecino entró para contarle que estaba circulando ese bulo en el que, además, se pedía que nadie fuera a comprar a su comercio ni a otros regentados por ciudadanos chinos. Jaki explicó que él y su mujer proceden de un lugar situado a casi 1.000 kilómetros de Wuhan y que la difusión del bulo podía perjudicar tanto a su familia como a su negocio y al resto de la comunidad china.

En un comunicado publicado en su perfil de Facebook, Jaki contó que su mujer había regresado de un viaje a China y que, aunque no estaba infectada, había decidido aislarse en "una casa de campo fuera de Totana" por precaución. El autor del bulo pidió perdón.

Víctimas de los bulos que relacionan al colectivo trans con el tiroteo de Texas

En mayo de 2022, 19 niños y dos profesoras fallecieron después de que un joven de 18 años, identificado por las autoridades como Salvador Ramos, llevara a cabo un tiroteo en una escuela de Uvalde (Texas). El atacante fue abatido después de una polémica actuación policial y, desde entonces, se empezó a difundir que el mismo era una persona trans, utilizando para ello fotos que correspondían a otros usuarios.

Algunas de esas fotos habían sido sacadas del perfil de una persona que estuvo días negando estar relacionada con lo ocurrido después de que se hiciera un señalamiento contra ella en las redes sociales.

Esas desinformaciones, surgidas en foros de internet, fueron amplificadas por personajes públicos e incluso por medios de comunicación, como os contamos en Maldita.es.

La indemnización millonaria por difamación a los familiares de las víctimas de la matanza de Sandy Hook (Connecticut, EEUU)

El fundador del canal estadounidense InfoWars, Alex Jones, fue condenado a pagar 965 millones de dólares a un agente del FBI y a ocho familias que perdieron a un ser querido en el tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook, el 14 de diciembre de 2012. Allí murieron 20 niños y seis profesores. Un jurado del Estado de Connecticut anunció el veredicto este miércoles, después de que Jones pasara años proclamando que se trataba de un montaje. Llegó a asegurar, en más de una ocasión, que los padres de los niños fallecidos eran “actores contratados para seguir con el teatro”.

La decisión del jurado supone, hasta ahora, la mayor condena a Jones, que deberá indemnizar a 14 familiares de ocho de las víctimas y a un agente del FBI. Un veredicto que retransmitió en directo desde su programa, donde celebró y vitoreó las cantidades que tenía que pagar a cada una de las familias, aunque afirmó que no las pagaría porque “no tenía dinero”. Para el jurado, el fundador de InfoWars es culpable difamación, de aflicción voluntaria de daños personales y de violar la Ley de Prácticas Comerciales Desleales de Connecticut, al usar mentiras sobre el tiroteo para vender productos en el programa.

Días después de la matanza, Alex Jones comenzó a difundir todo tipo de teorías que aseguraban que el Gobierno y las familias estaban detrás del tiroteo como parte de un complot para confiscar las armas de los estadounidenses. Jones utilizaba su programa InfoWars para dar voz a estas teorías e incluso invitaba a personajes como Wolfgang Halbig, un funcionario retirado de Florida que se obsesionó con el tiroteo, para mantener activa la atención mediática. Ambos se propusieron demostrar que la matanza no había ocurrido y solicitaron todo tipo de registros públicos, como fotos de la escena del crimen o de los cuerpos de los niños. Persiguieron a las familias e incluso llegaron a afirmar que una de las niñas fallecidas, Avielle Richman, seguía viva.

Sostuvieron sus teorías durante años, consiguiendo cada vez más publicidad y, sobre todo, ganando seguidores. Seguidores que no dudaron de su versión y que empezaron a amenazar y acosar a muchos de los padres afectados porque, aseguraban, habían falsificado la muerte de sus hijos. Para Neil Heslin, padre de uno de los niños asesinados, su vida es un “infierno viviente” desde el 14 de diciembre de 2012. Así lo aseguró durante el juicio. Sufrió acoso en la calle, recibió amenazas de muerte e incluso, recibió disparos contra su casa y su coche. “Temo por mi vida y mi seguridad”, explicó durante la vista. Hannah D’avino, hermana de una de las víctimas, consideró en declaraciones a la BBC que su familia puede considerarse afortunada: “Recibimos cerca de tres amenazas de muerte al año porque no hablamos mucho”.

Los bulos sobre las mujeres embarazadas en el hospital bombardeado de Mariupol (Ucrania)

La desinformación también ha impactado las vidas de las víctimas de la invasión rusa de Ucrania. Una de ellas es Marianna Podgurskaya, quien fue evacuada de un hospital de la ciudad ucraniana de Mariupol después de que este fuera bombardeado. La huida de la mujer fue captada en una imagen viral en la que aparecía embarazada, pese a que de ella se dijeron todo tipo de bulos y desinformaciones que decían que el ataque había sido un "montaje".

Y no es el único caso de una víctima del conflicto que también ha sido objeto de la mentira desde que Rusia invadió Ucrania: un ejemplo más lo podemos encontrar en Helena, herida tras un bombardeo a un edificio de apartamentos al sur de Chugúyev.

En un primer lugar, se difundió que Helena era en realidad una víctima de una explosión de gas que tuvo lugar en Magnitogorsk en 2018. Pero es un bulo. Posteriormente, se le acusó de trabajar para el Ministerio de Defensa ucraniana, uniendo su foto herida junto a la de una mujer con un fusil y otra de una mujer rodeada de militares. Pero un programa de reconocimiento facial considera las tres caras diferentes. En Maldita.es te contamos lo que sabemos.

Falsas alertas de secuestradores en India

Un hombre de 26 años paseaba por la ciudad india de Bangalore el 25 de mayo cuando lo confundieron con un secuestrador de niños y fue atacado por una multitud que terminó acabando con su vida.

El temor a una posible oleada de secuestros lo sembró una cadena de WhatsApp que aseguraba que más de 200 secuestradores iban a aprovechar las vacaciones de verano para hacer desaparecer a niños de Bangalore. La alerta era falsa, como otras tantas similares que ya habían sembrado el pánico en otras ciudades del país.

La periodista del medio de verificación indio ‘Boom’ Karen Rebelo cuenta que en el país no existe un problema real de secuestro de niños, pero que el temor de los padres y la impunidad causa que “muchos quieran tomarse la ley por su mano”.

Como os decíamos, muchos de estos bulos nacen en WhatsApp, donde según Rebelo es difícil verificar puesto que en India se hablan 22 idiomas y los medios suelen centrarse en el hindi y el inglés. Además, la periodista explica que los planes de telefonía de bajo coste han hecho que un sector de la población se conecte a la red por primera vez sin que muchos sepan “distinguir una fuente de información fiable de otra que no lo es”.

Cada vez que se produce un linchamiento, desde ‘Boom’ se ponen en contacto con las autoridades locales para que les faciliten “las fotos y los vídeos falsos que propiciaron la histeria” inicial. Después la verifican y comparten el desmentido a través de @FakeNewsKills, una cuenta de Twitter creada específicamente para atajar este tipo de bulos.

Además, están trabajando con Google y otros colaboradores “para formar a 8.000 periodistas de toda India en verificación”.

La inexistente secta de pedófilos del ‘Pizzagate’

Pocos bulos han tenido tanto impacto como el ‘Pizzagate’, una teoría de la conspiración surgida durante la campaña electoral de 2016 en Estados Unidos con la publicación de miles de correos de la demócrata Hillary Clinton y su jefe de campaña John Podesta.

Según la teoría falsa, este último había hablado en sus mails sobre una red de pederastas en la que estaba involucrado un restaurante de Washington D.C. llamado Comet Ping Pong. El 4 de diciembre de 2016 se desplazó hasta allí un hombre de 28 años que se había creído el bulo, abriendo fuego en el restaurante sin que nadie resultara herido.

La del ‘Pizzagate’ es una teoría de la conspiración que reaparece una y otra vez con otros lugares y protagonistas de por medio, aunque siempre acusando a Hillary Clinton de ser la principal responsable.

Kim LaCapria es periodista del medio de verificación Snopes y fue de las primeras en desmentir la teoría del ‘Pizzagate’. Asegura que “es sorprendente que la violencia no fuese a más” pese a que haya gente que siga creyendo en la teoría. Según LaCapria, esto se debe a que muchos se niegan a aceptar que estaban equivocados, y menos a la desconfianza sobre los medios de comunicación que han desmentido el bulo.

La periodista de Snopes cuenta cómo el ‘Pizzagate’ supuso un punto de inflexión ya que “hasta entonces esas cosas se habían quedado principalmente en la red”, sin que tuvieran consecuencias en la vida real. Dice que la policía aún “no tiene una respuesta protocolaria ante este tipo de amenazas online” y que, al igual que los periodistas de verificación, les acusan de estar sometidos a las órdenes de las personas poderosas señaladas en las teorías de la conspiración.

El convoy iraquí que nunca atacó a los kurdos

Un vídeo en el que aparecía un convoy del ejército de Irak desplazándose a territorio kurdo sembró el pánico en este pueblo en octubre de 2017, que se armó para defenderse de la supuesta invasión. El vídeo era real, pero fue grabado meses antes cuando el ejército iraquí se preparaba para retomar la ciudad de Mosul, asediada entonces por el Estado Islámico.

En el medio iraquí Niqash se dedican a desmentir bulos. Mustafa Habib, uno de sus periodistas, nos dice que la difusión de estos vídeos “suele coincidir con el aumento de las tensiones entre el Gobierno Federal de Irak y el gobierno regional kurdo”, y lamenta que las fuerzas policiales no se esfuercen en desmentir las desinformaciones.

Habib asegura que la labor recae plenamente en algunos medios de comunicación como Niqash, aunque admite que la desinformación ya “ha aumentado el odio entre suníes y chiítas, y árabes y kurdos”.

Los bulos sobre la fiebre amarilla en Brasil

Los brotes de enfermedades contagiosas son un campo de cultivo de bulos. Ocurrió con el Ébola, con el VIH y más recientemente con el caso de la fiebre amarilla en Brasil.

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Salud del país, la enfermedad mató a 342 personas de las 1.157 que fueron contagiadas entre julio de 2017 y abril de este mismo año.

El brote vino acompañado de una oleada de desinformación que fue atajada por el medio de verificación brasileño Agencia Lupa, que recopiló todos los bulos, verdades y medias verdades sobre la fiebre amarilla en un extenso artículo.

En enero empezó a circular en Facebook una publicación en la que se aseguraba que una adolescente había muerto a consecuencia de una reacción adversa a la vacuna contra la fiebre amarilla. Se hizo viral y muchos escribieron en los comentarios que no se iban a inmunizar por miedo.

Era falso.

Sin embargo, la Agencia Lupa sí que explicó en su artículo que hay casos en los que no se debería o no es necesario vacunarse. Por ejemplo, recomiendan que se espere a que los recién nacidos cumplan nueve meses antes de ser vacunados –entre seis y nueve meses en caso de que residan en un área afectada– o personas de inmunidad baja como las que se recuperan de un cáncer o son portadores del VIH.

No es la primera vez que se crean bulos que incitan a la gente a no vacunarse. Uno de los clásicos es que provocan autismo, algo que ya desmentimos en Maldita Ciencia.

Aunque algunos reaparezcan con el paso del tiempo, la mayoría de los bulos que desmentimos en Maldita.es suelen diluirse sin que se produzcan consecuencias mayores. Hay veces en las que esto no es así y en las que alguien puede salir mal parado, por lo que te recomendamos que te estudies nuestro manual para que no te la cuelen.

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