El Parlamento Europeo confirmó esta semana, por primera vez en su historia, la sanción más grave que permiten sus normas internas en casos de acoso psicológico de un eurodiputado a sus asistentes. La eurodiputada sancionada es la socialista española Mónica Silvana González, cuya sanción corresponde a la pérdida de 30 días de dieta (10.000 euros) y la suspensión de su actividad parlamentaria durante el mismo tiempo.
El castigo de la eurodiputada socialista responde a que entre 2019 y 2021 acosó psicológicamente a tres asistentes suyos que le denunciaron por tales hechos. La sanción fue anunciada este martes por la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, en Estrasburgo.
La eurodiputada sancionada todavía puede plantear un recurso interno ante la mesa, el órgano interno de dirección administrativa y reglamentaria de la Eurocámara. Una apelación que tendría un efecto suspensivo sobre las medidas de castigo. La sanción se impuso tras las conclusiones del comité consultivo del Parlamento Europeo que trata las quejas sobre acoso entre asistentes y eurodiputados.
La institución reforzó sus normas internas en relación con este tipo de casos en 2018. Hasta ahora la sanción más grave se había dado en esta misma legislatura, en enero de 2021, cuando el entonces presidente David Sassoli sancionó a la eurodiputada liberal luxemburguesa Mónica Semedo por acoso psicológico contra uno de sus asistentes. El castigo por este comportamiento fue la pérdida de las dietas durante 15 días y la suspensión de la participación en las actividades del Parlamento también durante 15 días.
¿Qué dicen las normas internas sobre el acoso psicológico?
El reglamento interno del Parlamento Europeo tiene un apartado específico para ”prevenir el acoso y la discriminación”. El texto señala que los eurodiputados “se han de abstener de cualquier tipo de acoso psicológico o sexual y han de respetar el Código de comportamiento apropiado en el ejercicio de sus funciones”
Según señala el código de comportamiento de la eurocámara los diputados se deben comprometer a comportarse de “manera digna, cortés y respetuosa, exenta de prejuicios y no discriminatoria con todas las personas que trabajan en el Parlamento Europeo”.
El texto incluye que los diputados deben tener “un comportamiento profesional” y, en sus relaciones con el personal de la cámara, “se abstendrán en particular de emplear un lenguaje degradante, insultante, ofensivo o discriminatorio y de toda acción contraria a la ética, denigrante o ilícita”.
El artículo tres del código también sostiene que los diputados “no incitarán ni animarán con sus acciones al personal a conculcar, eludir o ignorar la legislación vigente, las normas internas del Parlamento o el presente Código, y tampoco tolerarán que se conduzca de tal manera el personal situado bajo su autoridad”.
El código interno del Parlamento Europeo obliga a sus diputados a participar en formaciones contra el acoso psicológico
Por su parte, el artículo 5, señala que cuando resulte necesario, “los diputados cooperarán sin dilación y plenamente en los procedimientos establecidos para gestionar situaciones de conflicto o casos de acoso (psicológico o sexual), en particular respondiendo sin dilación ante toda acusación de acoso”. Así mismo, deberán participar en “las formaciones especializadas organizadas para ellos sobre prevención de conflictos y del acoso en el lugar de trabajo y sobre la buena gestión de una oficina”.
El código también establece que, al asumir sus funciones en el Parlamento Europeo, los diputados han de firmar una declaración por la que confirman que se comprometen a cumplir dicho código, incluidas las normas anti acoso. De no hacerlo, no podrán ser elegidos para desempeñar cargos en el seno del Parlamento o de uno de sus órganos, no podrán ser designados ponentes y no podrán participar en delegaciones oficiales o negociaciones interinstitucionales.
La eurocámara explica en su web que con este código aspiran a garantizar que “los diputados se comporten de manera digna, cortés y respetuosa, exenta de prejuicios y no discriminatoria con todas las personas que trabajan en el Parlamento Europeo”.
La eurodiputada obligaba a su asistente gestionar la facturas de su casa o la matrícula del colegio de su hija
Newtral.es ha tenido acceso a través de fuentes de la eurocámara a una carta firmada por Metsola, donde se describen algunas de las situaciones que vivió una de las afectadas. En ella se detalla que la eurodiputada socialista solía requerir a su asistente fuera de horario laboral, para asuntos personales, como la gestión de facturas de su casa o la matrícula del colegio de su hija, entre otras.
En el escrito se destaca que la asistente sufrió situaciones de humillación. También describe que González obligó a la trabajadora a saltarse las restricciones por la pandemia en el último trimestre de 2020 para acudir a reuniones de equipo en su domicilio o en el propio Parlamento, así como que la diputada apartó a la exasistente de las tareas de la oficina a su vuelta a la oficina tras estar de baja.
También relata un episodio en el que González le hizo pagar a su asistenta de su bolsillo hasta 700 euros de un gasto de la diputada cuando su tarjeta de crédito no funcionó y que tuvo que esperar más de un año a que le fuese devuelto.
El Parlamento Europeo acumula más de 80 denuncias internas por acoso desde 2013
El Parlamento Europeo acumula al menos 88 denuncias internas por situaciones de acoso psicológico o sexual desde el año 2013 hasta 2021, según datos a los que ha tenido acceso la Agencia EFE.
De todas estas denuncias, al menos 37 fueron iniciadas por personal hacia eurodiputados, aunque los informes destacan que algunas conciernen a un único diputado que acumula varias, y de ellas solo una minoría acabó en sanción.
Estos datos figuran en los cuestionarios que la administración de la Eurocámara debe cumplimentar durante el proceso de aprobación de sus cuentas anuales y remite a su comisión de Control Presupuestario.
Fuentes
Carta de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola,
Normas internas del Parlamento Europeo
Agencia EFE
