China descubre nuevos reservorios de agua lunar en cristales, pero no va a ser fácil utilizarlos

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China encuentra más agua lunar en cristales | M.V.

Sabemos desde hace unas dos décadas que hay agua en la Luna. Sin embargo, no fluye en ríos u océanos. Seguramente hay una capa hidratada en las profundidades de los suelos selenitas. También en forma de hielo, en los polos. Nunca líquida. Como explicaba a Newtral.es el geólogo Nahúm Méndez Chazarra (puedes verlo en el vídeo de 2020 que encabeza esta información): “Si abres una botella de agua, sin presión atmosférica, sin apenas gravedad y con las temperaturas diurnas que tiene la Luna, automáticamente se desvanecería a nuestros ojos”. Ahora China ha descubierto nuevos reservorios, tal y como han publicado en Nature Geoscience.

La sonda Chang’e 5 alunizó hace algo más de dos años en la superficie del satélite, usó un brazo robótico con el que tomó muestras y que mandó a la Tierra. Del análisis de equipos de China y Europa se ha probado la existencia de agua lunar atrapada en vidrios de impacto, pequeños granos de colores que se debieron de formar por el choque de meteoritos. Teóricamente, calentando de nuevo esos vidrios se podría obtener el vapor de agua atrapado en su interior. Pero no es tan fácil como pudiera parecer. Ni toda el agua lunar está en forma de nuestra terrestre H2O. Una parte está en forma de hidróxilo (típico de característico de los alcoholes y otros compuestos orgánicos).

Ya en 2020, tres científicos de EEUU e Israel publicaron las evidencias que confirman la presencia agua atrapada en trampas. En concreto, trampas frías, una idea manejada desde hace medio siglo. Esas cajitas serían como vidrios que atrapan moléculas de H2O. Las moléculas quedan selladas ad etermumes decir, ni el calor del Sol permite abrirlas, de modo que no se pueden evaporar. China confirma ahora que hay más agua lunar contenida en una forma similar. Alrededor de 270.000 toneladas, según sus cálculos. Pero esto no es más que una estimación para todo el satélite.

¿De dónde viene el agua lunar descubierta por China?

La ‘arena’ o regolito lunar que China ha traído a la Tierra es relativamente joven. Sus cristales o vidrios (no son exactamente lo mismo, pero aquí lo utilizamos indistintamente) son de los últimos 2.000 millones de años y la mayoría se debieron de formar en el periodo de máximo bombardeo de meteoritos, hace mucho menos.

China calcula que hay 270.000 toneladas de agua almacenada a partir del viento solar en la Luna.

¿Llegó ese agua desde los meteoritos? No exactamente. Fue más bien el bombardeo de partículas solares, que contienen hidrógeno, las responsables del agua lunar que ahora han visto en China. O sea, el agua de la Luna viene del Sol, como una parte del de la Tierra, seguramente. Ese hidrógeno inestable puede entrar en los vidrios y combinarse con el oxígeno. Ahí se puede formar H2O, pero en pequeña cantidad. La mayoría queda atrapado, pero cuando el sol pega en la Luna y la superficie alcanza hasta 214 grados centígrados, esa ‘trampa’ puede abrirse y el agua evaporarse. Ahí se suma al ciclo del agua lunar.

“Estos hallazgos indican que los cristales de impacto en la superficie de la lunar y otros cuerpos del sistema solar son capaces de almacenar agua derivada del viento solar y liberarla al espacio”, ha señalado Sen Hu, autor del estudio, de la Academia China de las Ciencias, en su presentación.

El agua lunar tiende a quedarse más tiempo en los lugares más fríos y oscuros, señala el investigador de China. Eso explica por qué se ha acumulado en forma de hielo en los polos. Las próximas misiones con vistas a retornar con humanos a la Luna se han centrado en el polo sur del satélite. El agua helada se utilizaría en posibles colonias y plantas de fabricación de combustible para ir a Marte.

El agua helada, más interesante que la de las rocas

Señala James Mortimer (The Open University) que investigaciones anteriores ya han demostrado que existen tales “trampas de frío” de kilómetros de ancho en áreas permanentemente umbrías. Sin embargo, en su momento no quedó claro que tratara de agua molecular (H2O) o hidróxilo.

Desde entonces, se ha detectado agua dentro de los minerales de las rocas lunares. También se ha descubierto que el hielo de agua se mezcla con los granos de polvo lunar en regiones frías y permanentemente a la sombra cerca de los polos lunares, recopila Mortimer en un artículo en The Conversation, junto a Mahesh Anand. Con el paso de los meses, se ha ido demostrando que sí hay agua lunar ‘útil’, aunque China, EE.UU. o Europa están lejos de poder utilizarla con facilidad, pese a que el estudio de octubre de 2020 daba algunas ideas.

La deducción era relativamente simple. Si esas trampas de agua se acumulan en la zona más sombría del sur es porque allá donde pega más el sol, esas trampas liberan el agua. ¿Podríamos los humanos repetir ese proceso para nuestro aprovechamiento? O sea, calentar y sacar el agua contenida en esas rocas.

Podría ser, pero la energía a emplear y la cantidad de agua lunar obtenida puede ser un tanto decepcionante. La cantidad de este material es muy pequeña, lo cual exigiría procesar y calentar en hornos toneladas ingentes de roca o arena lunar. Tampoco lo que hay es agua de beber, más bien es agua destilada, como la usada en los radiadores de los coches o en las planchas. O sea, agua purísima, no mineral. Que no es que sea un veneno, pero no es lo que sale del grifo.

Lo fácil es fundir el hielo polar, señala Méndez Chazarra. Pero una base puede resultar más interesante en el soleado ecuador de la Luna. Por lo pronto, otra misión europea tiene previsto buscar agua lunar atrapada, como la de China, hacia 2026 y ver en qué grado y condición está atrapada en sus minerales.

El brutal impacto que evaporó toda el agua

Los modelos que manejamos en la Tierra apunta a que la Luna se formó a las pocas horas o días de un impacto descomunal. Un planeta del tamaño de Marte –llamado Tea– chocó con la Tierra hace algo más más de 4.000 millones de años.

Se desgajó, entonces, un pequeño trozo caliente que no fue reabsorbido por la Tierra. Así nació la Luna. En esas condiciones resulta prácticamente imposible que el agua permaneciera en ese cuerpo flotante. La enorme cantidad de energía liberada debió de producir temperaturas infernales que evaporaron el agua casi al instante.

Es por esa razón que tradicionalemente se pensó que no había agua en la Luna, hasta que distintas misiones han contradicho esa idea. Si el agua lunar no es consustancial a su formación, ¿de dónde vino? El estudio de China viene a aportar indicios de que el agua lunar es, también, ‘solar’.

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