Empieza la cuenta atrás para que más ciudades cuenten con zonas de bajas emisiones que restringen el tráfico, tales como las ya puestas en marcha en Madrid o Barcelona. Antes de 2023, se extiendan al resto del país, y más concretamente a aquellas ciudades de más de 50.000 habitantes.
Así lo establece la conocida como ley de cambio climático, o más concretamente la ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética. El título IV del texto establece que “los municipios de más de 50.000 habitantes y los territorios insulares” deberán adoptar “antes de 2023 planes de movilidad urbana sostenible” que incluyan “el establecimiento de zonas de bajas emisiones”.
Y no solo eso, sino que además en las ciudades con menos de 50.000 habitantes se podrán también establecer zonas de bajas emisiones temporales en casos en los que se prevea un aumento significativo de la población por épocas concretas como vacaciones, celebración de eventos masivos, etc.
El Gobierno busca cumplir con la extensión de las zonas de bajas emisiones a más ciudades cuatro grandes objetivos con la extensión en más ciudades de estas zonas de bajas emisiones. El primero es mejorar la calidad del aire, algo que repercute directamente en la salud de sus habitantes. Para ello se busca reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos y reducir el ruido generado por los vehículos.
El segundo objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por los coches y contribuir de esta forma a reducir el cambio climático.
El tercero tiene que ver con provocar un cambio modal hacia modos de transporte más sostenibles, también en aquellas ciudades que contarán con zonas de bajas emisiones, promocionando el transporte público a la vez que se aprueban zonas de bajas emisiones. Y por último, el cuarto, contribuir a la eficiencia energética.
Además de la ley, estas zonas de bajas emisiones se desarrollan detalladamente en el Real Decreto por el que se regulan dichas zonas y que se aprobó el pasado 27 de diciembre de 2022.
Unos 150 municipios deberán aprobar zonas de bajas emisiones
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 8.131 municipios, de ellos, 151 tienen más de 50.000 habitantes. Concretamente, 87 municipios tienen entre 50.000 y 100.000 y 64 municipios tienen más de 100.000 habitantes. Estos datos, como el propio INE avisa, son provisionales, pero a la vez son los más actualizados.
La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), a través de su Comisión de Movilidad, se está encargando de resolver las dudas que las ciudades que deberán contar con zonas de bajas emisiones pueden tener a la hora de poner en marcha estas zonas de bajas emisiones.
Sin embargo, al ser preguntados por Newtral.es, aseguran que no conocen con exactitud cuántos municipios han puesto ya en marcha estas zonas.
Para tener un dato aproximado, la Asociación Nacional Empresarial de Vehículos de Alquiler (Aneval) sostiene que tan solo el 13% de los ayuntamientos ha presentado ya algún plan para poner en marcha estas zonas. Es decir, alrededor de una veintena de los alrededor de 150 municipios con más de 50.000 habitantes.
Diferentes zonas de bajas emisiones dependiendo del municipio
Ante la cercanía de la fecha límite para que las ciudades grandes aprueben sus zonas de bajas emisiones, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha publicado un documento denominado ‘Directrices para la creación de zonas de bajas emisiones (ZBE)’.
Además, la propia FEMP junto a la DGT publicaron también su propia guía a partir del ejemplo de la implementada con anterioridad en las Rondas de Barcelona.
De acuerdo a estos documentos, hay diferentes formas de implementar las zonas de bajas emisiones dependiendo de las ciudades.
La primera de las formas se denomina ‘núcleo’. En este caso se trata de la delimitación de un área o áreas concretas en el municipio. En este caso se debe poner especial atención, según el documento del ministerio, en no perjudicar a los residentes de las ciudades que vivan en las zonas de bajas emisiones. Esta forma, además, puede ser progresiva: se puede empezar delimitando solo una pequeña parte para después aprobar un plan de extensión a otras zonas colindantes.
La siguiente tipología de zona de bajas emisiones es la de ‘anillo’. Este modelo es el que actualmente se emplea en ciudades como Milán o Londres. En este caso, se combinan un núcleo de mayores restricciones en un área concreta con otra área colindante con menores restricciones en torno al anterior.
El tercer tipo que detalla la guía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se denomina ‘especial’. En este caso, consta de una delimitación de áreas con características especiales debido la gran afluencia de desplazamientos en coche, como por ejemplo parques empresariales, polígonos industriales o campus universitarios. Es importante, según la guía, acompañar este tipo de ZBE como de la promoción de planes de transporte público para dar una solución de movilizar a las personas afectadas.
Por último, el último y cuarto tipo es el ‘puntual’. Para este tipo de ZBE se llevarán a cabo restricciones de movilizar en tramos de calles específicos para asegurar un entorno de mayor calidad ambiental y de seguridad también.
El Gobierno pide a los ayuntamientos campañas de sensibilización
La aprobación de estas zonas de bajas emisiones en las ciudades también generan diferentes sensibilidades en la población. Por eso, de cara a tener la mayor aceptación ciudadana posible, el Gobierno pide también “procesos de sensibilización” para dejar claros “los riesgos de no actuar y los beneficios derivados” de hacerlo para la salud pública.
Concretamente, el Gobierno pide que esas campañas sean “potentes” y puedan “reivindicar los beneficios asociados” a las zonas de bajas emisiones en las ciudades grandes.
Además, a la hora de tomar decisiones, los ayuntamientos deberán crear “mesas de movilidad” para poder darle voz a todos los agentes afectados por las restricciones.