El cierre de la API de Twitter amenaza la lucha contra la desinformación, el acoso y los contenidos tóxicos

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El cierre de la API de Twitter puede ser el fin de las herramientas de interés público

Con un tuit de su cuenta oficial de desarrolladores, Twitter ha anunciado el cierre de su API. El aviso, que definirá el destino de muchas investigaciones y desarrollos basados en el gran debate que sucede en esta plataforma, alarma a investigadores, desarrolladores e integrantes de la sociedad civil que luchan contra la desinformación, y que verán cerrarse la principal fuente de información para investigar y rastrear contenido tóxico en la red social. 

Starting February 9, we will no longer support free access to the Twitter API, both v2 and v1.1. A paid basic tier will be available instead 🧵

— Twitter Dev (@TwitterDev) February 2, 2023

Una API es un módulo de código de software que permite la comunicación o la interacción entre dos aplicaciones a través de un conjunto de reglas. La de Twitter da acceso a los datos que permiten crear aplicaciones de terceros, bots automatizados, herramientas de servicio al cliente y monitorización de tendencias. 

El cierre de la API, previsto por Twitter para el 9 de febrero sin dar más detalles hasta que suceda, implica que a partir de esta fecha ya no admitirán el acceso gratuito a las versiones v1.1, la estándar, y v2, la académica, de su API. “En su lugar estará disponible un nivel básico de pago”, dicen desde la cuenta, aunque la compañía no ha revelado cuánto costaría. 

En la actualidad, Twitter ofrece un acceso gratuito limitado a su API junto a otros planes de pago premium escalables para desarrolladores que necesitan eliminar restricciones de acceso y desbloquear funciones empresariales adicionales. Twitter no revela públicamente el precio de sus planes premium de API, aunque en febrero del año pasado se informó que las tarifas comienzan a partir de 99 dólares (90 euros) al mes por hasta 100 consultas a la API y aumentan en función del nivel de acceso requerido.

Next week, there won't be a free Twitter API anymore. As a result, I will stop any work on non-commercial projects that use the API and will have to re-evaluate which commercial projects are still feasible.

This change will destroy research, activism and commercial projects. https://t.co/wI9a4m7EFl

— Luca Hammer (@luca) February 2, 2023

El cierre de la API de Twitter y el fin de las herramientas de interés público

El cierre de la API de Twitter da de lleno en la posibilidad de funcionar de muchos proyectos, investigaciones y desarrollos que dependen de esta fuente de datos. Nuestra capacidad de entender los fenómenos de propagación de desinformación y la influencia de grupos o individuos a través de redes sociales se oscurecerá sin acceso a los datos de esta, que es la única de las grandes plataformas que provee de datos públicos de forma gratuita. 

Muchas compañías grandes pagan a Twitter por acceso a su API, pero es improbable que la mayoría de las pequeñas o los desarrolladores de aplicaciones gratuitas o cuentas populares puedan permitírselo. 

Entre ellas están muchas organizaciones de fact-checking que utilizan herramientas gratuitas, desarrolladas por ellos, o en colaboración con universidades, para monitorizar la distribución de noticias falsas o campañas de desinformación en Twitter. 

Otros servicios que utilizaban la API de Twitter y que se ven afectados por su cierre son cuentas automatizadas hechas por aficionados que daban algún tipo de servicio de interés público y de forma gratuita a los usuarios. Entre ellas hay bots de terremotos y otras alertas sobre el clima, o cuestiones de salud como el Covid, que trabajan extrayendo los datos de otros sitios web y publicándolos automáticamente en Twitter a través de su API. 

Yeah, free API is being abused badly right now by bot scammers & opinion manipulators. There’s no verification process or cost, so easy to spin up 100k bots to do bad things.

Just ~$100/month for API access with ID verification will clean things up greatly.

— Elon Musk (@elonmusk) February 2, 2023

Ante críticas en Twitter que ponen esta medida en el contexto de los fracasos de Elon Musk por retener anunciantes, el CEO de Twitter ha justificado la decisión en un tuit en el que afirma que estafadores y manipuladores de opinión están aprovechándose de la API gratuita, ya que no hay coste o un proceso de verificación. 

Preocupación en Europa y Estados Unidos

Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, ha pedido públicamente a Elon Musk que revierta esta posición en una intervención del Servicio Europeo de Acción Exterior (EEAS), centrada en la desinformación financiada por Rusia. 

VP Josep Borrell actually calls on Twitter and "its owner" ( @elonmusk) to ensure all obligations it has taken are honoured. Restricting access (to the API) to researchers is an obstacle. We need more transparency not less. – Great he mentioned this #EEAS pic.twitter.com/BpbMLdm9A5

— Marc Owen Jones @marcowenjones@mstdn.social (@marcowenjones) February 7, 2023

«Tenemos que investigar más las plataformas de las redes sociales. Estudiar cómo fluye [la desinformación], de dónde viene y cuáles son los resultados», dijo. Señaló a Twitter y a Musk, diciendo que la Unión Europea está preocupada por el cierre de la API y advirtió que esto podría significar “un grave retroceso con respecto a compromisos previos”. 

🔴 LIVE NOW: Keynote speech by HR/VP @JosepBorrellF at the EEAS Conference "Beyond disinformation – EU responses to the threat of foreign information manipulation" ⤵ https://t.co/EjFog6rGMo

— European External Action Service – EEAS 🇪🇺 (@eu_eeas) February 7, 2023

Fuera de micrófono ha confirmado esos compromisos formales, según explican a Newtral fuentes presentes en la conferencia. Probablemente esos acuerdos son una referencia a la condición de Twitter de signatario del Código de Prácticas sobre la Desinformación Online desde 2018. Esta fue una iniciativa de la Comisión Europea que motivó que las principales plataformas de redes sociales se comprometieran voluntariamente a una serie de prácticas para hacer frente a la crisis de las fake news. 

Varios centros de investigación se han puesto en contacto con la Comisión Europea y la propia Twitter para recordarle que el cierre de la API va directamente en contra de aquello que se comprometieron a hacer cuando firmaron el Código de Buenas Prácticas contra la Desinformación en la UE, según Carlos Hernández, de Políticas Públicas de Maldita.

La Ley de Servicios Digitales (DSA) que prevé el acceso de los investigadores a los datos de estas plataformas debería normalizar la situación en Europa. En Estados Unidos se han presentado proyectos de ley con requerimientos similares, como la Ley de Supervisión y Seguridad de los Servicios Digitales, anunciada el año pasado por la diputada Trahan en la Cámara de Representantes, y la Ley de Transparencia y Responsabilidad de las Plataformas, presentada en el Senado. 

La Coalición por la Investigación Tecnológica Independiente, un grupo de 200 periodistas, investigadores académicos y de la sociedad civil, han publicado una “carta de preocupación” por el anuncio del cierre de la API de Twitter, afirmando que pueden afectar a proyectos de interés público como «la respuesta a crisis por incendios forestales y huracanes, la seguridad nacional, la salud pública, el fraude al consumidor, la polarización, el análisis económico, la seguridad infantil, la salud mental, la violencia en línea, la actividad no auténtica, incluido el spam y los bots, y mucho más». 

Investigaciones académicas para estudiar la desinformación

Mariluz Congosto es una investigadora, informática y docente española especialista en análisis de redes sociales y visualización de datos. Ha desarrollado la plataforma t-hoarder para capturar y visualizar datos sociales de Twitter y la plataforma metroaverias para medir la calidad del metro de Madrid percibida por sus usuarios. Utiliza datos sociales recogidos en Twitter desde el año 2009, ha estudiado fenómenos en redes sociales como la difusión del movimiento 15M y publica periódicamente sus investigaciones en hilos de Twitter. 

«En estos momentos es un problema, porque entramos en un año electoral y no se podrá analizar la desinformación»

Los datos de Twitter son muy útiles, porque son públicos y fáciles de obtener. Con ellos, Congosto investiga en propagación de mensajes y caracterización de usuarios. Entender cómo funciona la distribución de los mensajes ayuda a determinar si un trending topic, un bulo, una noticia u opinión se han difundido de forma natural, u orgánica, o forzada.

Con este análisis, Congosto puede determinar qué perfiles han favorecido su divulgación y por tanto, qué objetivos puede haber detrás de esto. Por otra parte, la caracterización de usuarios permite analizar los perfiles de Twitter en profundidad para determinar si son cuentas reales o perfiles falsos.  

Con el cierre de la API de Twitter, esta profesora honorífica del Departamento de Telemática de la Universidad Carlos III cree que no podrá continuar haciendo investigaciones de este tipo, a menos que se trate de proyectos subvencionados.

Y deberán estar fuertemente financiados, ya que la API académica, que es necesaria para Congosto, le permite consultar una cuota de 10 millones de tuits al mes con los que puede hacer sus estudios. La tabla de precios publicada por Twitter para su API muestra que solo por 2.500 tuits, un 0.03% de esos 10 millones, debería pagar 1.899 dólares. “Haz la cuenta”, propone Congosto. 

 “Lo más triste es que llevo seis meses poniendo a punto unas herramientas en R (un programa de análisis estadístico) muy potentes y fáciles de usar para analizar tuits y ahora no servirán para mucho”, se lamenta. Conoce a varios investigadores que utilizan software que ella desarrolló para bajar datos. “Hay muchísima investigación académica con datos de Twitter, que era la fuente más fácil de usar, que ahora estarán muy limitados. En estos momentos es un problema, porque entramos en un año electoral y no se podrá analizar la desinformación”, señala. 

Apps que detectan contenidos tóxicos 

También se nutren de esta API las herramientas que detectan contenidos tóxicos y ayudan diariamente a colectivos que sufren acoso y ataques en esta red. Muchas de estas apps ya han sufrido restricciones en el acceso por parte de Twitter en enero. 

Una de ellas es ‘The Harassment Manager’ (el gestor del acoso), que ofrece ayuda a mujeres, periodistas y activistas contra la violencia online que reciben en Twitter. Fue originalmente codesarrollada por Twitter y Jigsaw (un laboratorio de Google). Luego fue modificada y desplegada en África por Code for Africa, una aceleradora y una federación de organizaciones de datos públicos y tecnología ciudadana, bajo el nombre de FeedShield Africa para ese continente. La fundación Thomson Reuters lo hizo para el resto del mundo como TRFilter, en cuya página web ya advierten que el servicio está interrumpido. 

Llevó tres años desarrollar la tecnología subyacente. Justin Arestein, director de Code for Africa, explica que normalmente los proyectos colaborativos se mueven más lento. En su caso, trabajaron con consultas a una comunidad a gran escala, y dedicaron más de un año a pruebas y ajustes por parte de diversas organizaciones de la sociedad civil.

Todo lo que se ha logrado en este tiempo tiene fecha de fin. Los técnicos de Code for Africa han conseguido encontrar una solución temporal, pero la herramienta se limita ahora a analizar los tuits de los últimos siete días. Incluso este acceso se cortará cuando entre en vigor el nuevo anuncio. 

“Lo que escuece aquí es que Twitter no lleva a cabo ningún análisis, apoyo o contramedidas internas realmente sustanciales para las campañas de troleo coordinadas o abusos similares, alegando que confía en mecanismos que usan colaboración ciudadana como Birdwatch. Ahora, parece que quiere cobrar 120.000 dólares al año a las organizaciones de la sociedad civil que intentan ayudar a hacer frente al entorno tóxico que crea el propio Twitter. Eso se siente como sacar provecho del acoso”, dice Arestein. 

Cómo usan la API de Twitter los verificadores, y qué implica su cierre

Un tuit contiene muchos más datos que los que puedes ver a simple vista. Usando unas líneas de código es posible leer a través de la API toda la información que contiene una publicación en Twitter, más allá de la que deja ver el tuit a simple vista, por ejemplo la fuente y el dispositivo utilizado para publicar el tuit, o la ID del tuit. David Puente, responsable de fact-checking en OPEN, una publicación digital italiana, explica a Newtral que con una herramienta que le permite leer este tipo de información desde la API ha podido descubrir una compañía italiana que gestionaba 1.000 cuentas de Twitter falsas. 

En el campo de la desinformación, además de ser fuente de investigaciones, la API de Twitter es una de las herramientas más usadas por equipos de fact-checkers que trabajan para contrarrestar las noticias falsas en redes sociales, a través de la detección de tendencias, patrones y campañas. 

Aos Fatos, organización fact-checker brasileña, y Pedro Burgos fueron pioneros en desarrollar un bot llamado Fatimabot que buscaba en Twitter tuits con desinformaciones que hubieran sido verificadas y les contestaba con la comprobación, pero esa cuenta sufrió un bloqueo en 2021 y cierre de la API por parte de Twitter, que alegaba que iba en contra de las reglas por la automatización. Code for Africa desarrolló una app similar, que ahora también ve amenazado su futuro.

Trendolizer es un programa creado por Maarten Schenk, cofundador de Lead Stories, que permite descubrir rápidamente sitios web nuevos que están relacionados con redes de páginas web conocidas de desinformación o que están republicando artículos con titulares idénticos a los que ya se han comprobado falsos. Esta aplicación también usa la API de Twitter para detectar enlaces a los artículos publicados bajo ciertos hashtags o palabras clave. 

En Newtral llevamos desde 2019 desarrollando herramientas para la monitorización y análisis del discurso público en redes sociales. Con Claimhunter detectamos frases verificables en Twitter dichas por políticos y con ClaimCheck analizamos si una frase dicha por ellos ya ha sido repetida por otros en el pasado. Otros algoritmos que aún no tienen nombre son utilizados a diario por nuestros periodistas y fact-checkers de otras organizaciones y universidades con las que colaboramos para detectar contenidos tóxicos en redes sociales. Todos estos proyectos utilizan la API de Twitter y no está claro que podamos seguir utilizándolos tras su cierre. 

Tras el cierre de la API de Twitter, “será muy difícil para periodistas e investigadores analizar desinformación en redes sociales”, explica Ivo Neto, editor de Público.pt, un periódico portugués. Como probablemente ya habéis leído, 2023 será un año duro para el periodismo, por lo que podemos imaginar que las redacciones no tendrán dinero de sobra para invertir en el pago de la API de Twitter. En conjunto, será más difícil debatir sobre el papel de las herramientas de las redes sociales en la desinformación”.

Fuentes

Mariluz Congosto, doctora en telemática y profesora honorífica del Departamento de Telemática de la Universidad Carlos III

Justin Arenstein, CEO y fundador de Code for Africa

Ivo Neto, editor de Público.pt

David Puente, responsable de fact-checking en OPEN

Carlos Hernández, responsable de Políticas Públicas de Maldita

Letter: Imposing Fees to Access the Twitter API Threatens Public-Interest Research, Coalition for Independent Technology Research

Twitter API Changes Set to Disrupt Public Interest Research, Tech Policy Press

Discurso de apertura de Josep Borrell en la Conferencia del SEAE «Más allá de la desinformación: respuestas de la UE a la amenaza de manipulación de información extranjera»

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