El consumo de leche en adultos, objeto de controversia entre los nutricionistas

El consumo de leche de vaca está descendiendo en España. Por razones dietéticas, como la intolerancia a la lactosa, de ahorro o por conciencia climática (la ganadería es uno de los principales sectores emisores de gases de efecto invernadero), lo que antes era un alimento indispensable en la dieta, ahora muchos lo cuestionan. Y la realidad es que el consumo de leche en adultos es objeto de controversia entre los especialistas. 

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda consumir entre dos y tres productos lácteos al día en la mayoría de los adultos, incluyendo derivados como queso y yogur, que puede variar según la edad o necesidades específicas. Juristo Fonollá, investigador en el departamento de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Granada, coincide y afirma a Newtral.es que, en su opinión, es un alimento “esencial” en la dieta. 

“La leche es un alimento excelente y muy recomendable porque es la mejor fuente de calcio”, subraya a Newtral.es. “Además de tener calcio tiene fósforo y vitamina D (excepto las desnatadas, porque la vitamina D se encuentra en la grasa), que ayuda a absorber mejor ese calcio”, añade Fonollá.

Para otros especialistas, el consumo de leche en adultos no es necesario

Sin embargo, no todos los nutricionistas coinciden. Para la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, el consumo de leche es importante en la dieta de los niños, pero no en los adultos. Rocío Barragán, nutricionista e investigadora en el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Valencia, es de la misma opinión.

“Opino que no es imprescindible, sino que es a gusto del consumidor”, declara a Newtral.es. “No te aporta nada que no te aporte otro alimento. No es la principal fuente de calcio, sino que hay mejores, entre ellas, las verduras de hoja verde, como espinacas y acelgas, algunos frutos secos como las avellanas, las legumbres o el pescado”, añade Barragán. 

Además, una revisión de más de cien estudios publicada en 2020 en la revista científica The New England Journal of Medicine concluyó que la recomendación de tomar alrededor de tres dosis de leche y otros lácteos no estaba justificada, ya que no había suficiente evidencia de que tenga un beneficio cardiovascular o para reducir fracturas de hueso, algunos de los principales argumentos a favor de los lácteos.   

Algunas bebidas vegetales pueden tener un alto contenido en azúcares añadidos

Muchos adultos han cambiado la leche por el consumo de bebidas vegetales, como la de soja, avena o almendras. Sin embargo, desde la Escuela de Salud Pública de Harvard advierten que algunas de ellas pueden tener altos niveles de azúcares añadidos, por lo que recomiendan que sean solo opcionales y no de consumo diario. Por eso, insisten en considerar otras fuentes de calcio, como las antes mencionadas.  

Barragán también apunta que si no se toman lácteos con asiduidad y se retira por completo la lactosa de la dieta durante un tiempo prolongado, se corre el riesgo de convertirse en intolerante a la lactosa. 

“La lactosa es el principal carbohidrato presente en la leche, y para digerirlo tras el consumo necesitamos la enzima lactasa, tanto en niños como en adultos. La producción de lactasa intestinal se mantiene elevada hasta el destete, y es a partir de este momento cuando en la mayoría de la población adulta se reduce en gran medida”, explica la nutricionista de la Universidad de Valencia. 

La intolerancia a la lactosa es precisamente una menor expresión de esta enzima y, por tanto, una menor habilidad para digerirla. “Al retirar por completo la lactosa de la dieta durante un tiempo prolongado, se disminuye la producción de la enzima lactasa, siendo difícil el volver a recuperarla. Por este motivo, muchos individuos se vuelven intolerantes sin serlo previamente”, añade. Por eso, recomienda no eliminar los lácteos por completo.