Me interesa mucho la calidad del aire.
Especialmente cuando eso significa que puedo respirar afuera porque no nos están rociando con pesticidas, no hay humo de incendios forestales, ni gases de escape de vehículos ni olores repulsivos. Sin embargo, las razones por las que me importa la calidad del aire son un poco contradictorias.
Por un lado, me fascina la calidad del aire porque me encanta trabajar con sensores. Disfruto haciendo divulgación y educación sobre electrónica con niños (y a veces no tan niños). También me gusta la electrónica abierta para que todos tengan acceso a la información y a los datos. De hecho, llevo unos años colaborando con AirGradient. Formo parte de un equipo internacional de científicos voluntarios que abogan por justicia en la calidad del aire.
Y, lo que es más importante, creo firmemente en colectar datos con ciencia comunitaria para empoderar a las personas con información que sea relevante para defender un entorno seguro y saludable. ¡Es divertido! ¡Deberían probarlo!
Miren los datos de calidad del aire de mi patio trasero:
Por otro lado, me asusta la mala calidad del aire. Vivo en la región con la peor calidad del aire de Estados Unidos: el Valle de San Joaquín en el centro de California. Al mismo tiempo, me considero afortunado porque vivo en Merced, que tiene una de las mejores calidades de aire de la región, aunque que sea la mejor no significa que sea suficientemente buena.
¿Por qué elijo quedarme?
Supongo que soy lo suficientemente testarudo como para creer que mi presencia aquí puede hacer alguna diferencia.
Me mudé a Merced en 2015 para estudiar mi doctorado y encontré un lugar al que podía llamar hogar. Encontré una comunidad diversa y maravillosa que podría considerar mía. Me apegué a la gente y al lugar. Quizás algún día me mude fuera del Valle de San Joaquín, pero todavía no. Estoy profundamente comprometido con la justicia socioambiental y la sostenibilidad agrícola, y quiero ayudar a las personas que más lo necesitan. El fracaso no es una opción porque vivo aquí: no puedo simplemente desconectarme. Esto es más que solo mi trabajo.
Esto es personal para mí.
Informe sobre el estado del aire 2024
Trabajo todos los días en temas relacionados con el aire aquí en UCS, a través de mi trabajo voluntario de base y porque quiero ser un residente bien informado en el Valle de San Joaquín. Por supuesto, el informe anual de la American Lung Association llamado State of the Air (estado del aire o SOTA), que se publica cada año desde 2000, es de interés profesional y personal.
Desde su creación, el informe ha aumentado efectivamente la conciencia sobre algunos contaminantes atmosféricos peligrosos y ha involucrado al público, los medios de comunicación, los defensores y los políticos en la lucha contra la contaminación del aire. El informe busca empoderar a personas como yo para que nos informemos a nosotros mismos, a nuestras familias y a nuestras comunidades.
La calidad del aire para este informe se calculó con datos revisados por la EPA de 2020, 2021 y 2022. Eso significa que incluye los incendios forestales extremos exacerbados por la industria de combustibles fósiles que quemaron más del 4% de California en 2021 y 2022. El informe de este año recién publicado está online, en inglés, junto con informes anteriores.
Primero las malas noticias: Persisten los problemas con la calidad del aire
Desafortunadamente, no hubo cambios significativos este año, y California y el sur del Valle de San Joaquín todavía tienen la peor calidad de aire del país con diferencia.
Esto no es nuevo. Durante los últimos años, Bakersfield en el condado de Kern, Visalia en el condado de Tulare, el área metropolitana de los condados de Fresno, Kings y Madera, y Los Ángeles han tenido la peor calidad del aire en Estados Unidos entre más de 200 áreas metropolitanas a nivel nacional.
En Estados Unidos, aproximadamente el 40% de la población, unos 130 millones de personas, viven en lugares con malas calificaciones por niveles insalubres de calidad del aire.
Las disparidades en la calidad del aire impactan de manera desproporcionada a las comunidades de color, resaltando desigualdades sistémicas en lugar de elecciones individuales. En todo el país, las personas de color tienen 2.3 veces más probabilidades que las personas blancas de vivir en un condado con malas calificaciones en calidad del aire.
Este tampoco es un hallazgo nuevo. Como UCS ha informado durante años, los automóviles, camiones y autobuses son una fuente importante de contaminación del aire en California que expone desproporcionadamente a las comunidades negras, latinas y asiáticas a niveles más altos de contaminación nociva en comparación con las comunidades mayoritariamente blancas.
Es importante tener en cuenta que algunos contaminantes del aire extremadamente tóxicos como el óxido de etileno (EtO, por sus siglas en inglés) no están incluidos en el informe. El EtO es extremadamente difícil de monitorear a pesar de ser muy peligroso. Puedes informarte más en este informe de UCS (en español e inglés).
Un dato muy importante que falta en el informe sobre el estado del aire son los datos sobre la calidad del aire de las comunidades de trabajadores agrícolas y otras zonas rurales de Estados Unidos o California. La American Lung Association se centra únicamente en áreas metropolitanas y utiliza únicamente monitores de calidad del aire oficiales de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Estos monitores son muy caros y en gran medida no se encuentran en las pequeñas comunidades rurales. Además, todos los datos utilizados en el informe deben ser revisados por la EPA, lo que hace que el proceso sea más lento.
En el Valle de San Joaquín donde vivo, la mayoría de las comunidades rurales son comunidades de trabajadores agrícolas. Los trabajadores agrícolas están expuestos a la mala calidad del aire tanto cuando trabajan al aire libre como dentro de sus hogares, que a menudo no están adecuadamente aislados ni siquiera tienen aire acondicionado para soportar el abrasador verano.
Si bien creo que el informe de la American Lung Association es una herramienta muy importante para millones de personas en Estados Unidos, no podemos olvidar que también millones más viven lejos de los monitores de calidad del aire y pueden estar en riesgo de respirar y vivir con aire tóxico sin saberlo. Por eso es sumamente importante utilizar ciencia comunitaria para monitorear la calidad del aire en áreas rurales para que todos estemos bien informados.
¿Qué contaminantes hay en el aire del Valle de San Joaquín (y de California)?
El Estado del Aire de la American Lung Association mide tres de los principales tipos de contaminantes en el Valle de San Joaquín: partículas a largo plazo, partículas a corto plazo y ozono.
La contaminación por partículas proviene de partículas sólidas y líquidas extremadamente pequeñas suspendidas en el aire, que se originan en diversas fuentes, como refinerías de petróleo y quema de combustibles fósiles, fracking, transporte, prácticas inadecuadas de agricultura convencional, incendios forestales, construcción y quema de biomasa (como calefacción con chimeneas).
Estas partículas se clasifican por tamaño. Las partículas mayores (PM10, es decir, partículas de 10 micrómetros o menos) incluyen el polvo y el polen, las partículas finas (PM2,5) provienen de la quema de combustibles fósiles y el uso de pesticidas, y las partículas ultrafinas (PM0,1) provienen de reacciones entre contaminantes industriales (óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre) con la luz solar y de combustión incompleta de combustibles.
Las partículas ultrafinas pueden hacer que el aire parezca turbio, aunque las partículas individuales sean invisibles a simple vista. Mientras que la nariz y la garganta filtran principalmente partículas gruesas que intentan ingresar a nuestro cuerpo, las partículas finas y ultrafinas pueden penetrar profundamente en los pulmones e incluso ingresar al torrente sanguíneo. Los efectos negativos incluyen afecciones a la salud cardiovascular y respiratoria, aumento del riesgo para los bebés y las personas embarazadas y elevar el riesgo de muerte prematura en los adultos mayores. Incluso una exposición breve a niveles elevados de partículas finas puede aumentar el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros eventos cardiovasculares.
El ozono también plantea riesgos importantes para la salud respiratoria. El ozono juega un doble papel en nuestra atmósfera. En las capas más altas, forma una capa protectora que protege a la Tierra de los rayos ultravioleta.
Sin embargo, a nivel del suelo, donde se puede inhalar, el ozono se convierte en un componente clave del smog, una mezcla dañina de contaminantes del aire. El ozono se forma cuando los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV o VOCs por sus siglas en inglés) reaccionan con la luz solar, y se agrava con temperaturas más altas que empeoran la contaminación por ozono en el verano.
En California, los COV pueden provenir de la industria de combustibles fósiles y del metano (gas natural) especialmente en Los Ángeles y el sur del Valle de San Joaquín, y de los pesticidas en el Valle de San Joaquín. Los NOx pueden provenir de la contaminación de vehículos (en Los Ángeles, el Valle de San Joaquín y el resto de California) y de los fertilizantes agrícolas (Valle de San Joaquín).
La exposición al ozono a corto plazo empeora el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, aumenta el riesgo de neumonía y perjudica la función pulmonar. La exposición prolongada puede provocar el desarrollo de asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y problemas de salud sistémicos, incluida la muerte prematura.
Como recordatorio, California tiene alrededor de 250.000 pozos petroleros. Algunas comunidades pequeñas del condado de Kern están rodeadas por miles de pozos, y la gente de Los Ángeles, Bakersfield y otras ciudades están familiarizadas con los pozos petroleros en las áreas metropolitanas.
Por ejemplo, hay 1.700 pozos petroleros dentro de la pequeña comunidad rural de Derby Acres y 9.500 en un radio de una milla; dentro de la ciudad relativamente grande de Bakersfield (con una población de 410.000 habitantes) hay alrededor de 2.000 pozos, y a una milla de la ciudad hay más de 9.000. El área metropolitana de Bakersfield es y ha sido durante varios años el área metropolitana más contaminada de Estados Unidos por partículas a corto y a largo plazo, y ocupa la tercera posición en contaminación por ozono.
Hay buenas noticias: Estamos trabajando en soluciones
La calidad del aire en el Valle de San Joaquín es mala y ni siquiera sabemos qué tan mala es en las zonas rurales. Pero la buena noticia es que estamos haciendo algo porque nos importa.
Por ejemplo, varios grupos como Central California Asthma Collaborative , Central California Environmental Justice Network y la Red SocioAmbiental y Educativa están instalando monitores de calidad del aire precisos y asequibles en muchas comunidades rurales para crear conciencia sobre la injusticia en la calidad del aire y realizar actividades de divulgación sobre sus impactos en la salud.
Otro ejemplo es el de los investigadores de UC Merced que están probando una nueva generación de modelos de IA para estimar mejor la calidad del aire en las zonas rurales. Los datos recopilados por miembros de la comunidad con monitores de calidad del aire de bajo costo se pueden utilizar para informar a sus comunidades y ayudar a los líderes locales a tomar decisiones en tiempo real en respuesta a los cambios en la calidad del aire. Los datos también se pueden utilizar para mejorar la precisión de los modelos de calidad del aire, lo que a su vez brindará aún más información de calidad a las comunidades.
Las noticias del informe pueden ser nefastas, pero lo que me da esperanza (además de la eliminación gradual de los combustibles fósiles) es una solución en la que yo y muchos colegas aquí en el Valle de San Joaquín estamos trabajando activamente: el reúso de tierras de cultivo. Es una solución poderosa sobre la que escribo blogs con frecuencia (aquí, aquí y aquí).
El reúso de tierras de cultivo es una solución viable para abordar la escasez y la calidad del agua, y la buena noticia es que también es una solución para mejorar la calidad del aire. El reúso de tierras de cultivo junto con una agricultura sostenible que prioriza suelos saludables, un uso limitado o nulo de pesticidas y una menor aplicación de fertilizantes tóxicos puede mejorar la calidad del aire en lugares como el Valle de San Joaquín, donde probablemente necesitaremos reusar más de un millón de acres de cultivos durante las próximas décadas.
Si lo hacemos bien, el reúso de tierras de cultivo puede mejorar drásticamente la calidad de vida en las comunidades desfavorecidas y aumentar la resiliencia económica y agronómica de los agricultores, al mismo tiempo que nos volvemos sostenibles con nuestro uso del agua y fomentamos la salud ambiental.
En las zonas rurales, una zona de revitalización de una milla alrededor de las 123 comunidades agrícolas más pequeñas y desfavorecidas del Valle de San Joaquín puede reducir el uso de agua en 1,45 millones de acres-pie, el uso de pesticidas en 11 millones de libras, la lixiviación de nitratos a los acuíferos en 193 millones de libras y emisiones de CO2e en 1,85 millones de toneladas métricas. Esta fue la conclusión de uno de nuestros estudios científicos.
Pero reinventar la agricultura sostenible en California también puede ayudar a las áreas metropolitanas. Como recordatorio, la peor calidad del aire en los Estados Unidos se encuentra en Kern, Tulare y Fresno, y estos tres son, con diferencia, los condados con mayor aplicación de pesticidas en California. No sé si mejores prácticas agrícolas puedan dar una calificación satisfactoria a nuestras ciudades del Valle de San Joaquín porque la contaminación relacionada con los combustibles fósiles todavía es muy grave en esas áreas. Pero poner fin a nuestra dependencia de los combustibles fósiles combinado con mejores prácticas agrícolas puede aumentar drásticamente la calidad del aire en California para todos nosotros.
El camino a seguir
Los problemas de calidad del aire de California surgen de una combinación de su geografía, clima y factores antropogénicos. La hermosa topografía de California, con sus valles y montañas, puede estancar el aire y atrapar los contaminantes, lo que lleva a la acumulación de contaminación en ciertas áreas como el Valle de San Joaquín o Los Ángeles. Pero eso no lo podemos cambiar.
Desde el punto de vista climático y meteorológico, California tiene inversiones de temperatura, donde una capa de aire cálido atrapa el aire más frío cerca del suelo, evitando que los contaminantes se dispersen en la atmósfera. Repito, esto es particularmente común en el Valle Central y Los Ángeles. Además, los incendios forestales, exacerbados por el cambio climático y las condiciones de sequía, liberan grandes cantidades de humo y partículas al aire, empeorando aún más la calidad del aire.
Si bien podemos hacer un mejor trabajo administrando nuestros bosques para prevenir incendios forestales, no podemos modificar las características meteorológicas de California.
Lo que sí podemos cambiar son los factores antropogénicos que llevan a California a tener la peor calidad de aire de Estados Unidos.
Necesitamos esforzarnos más para mejorar la calidad del aire tanto en las zonas urbanas como rurales e informar a la gente al respecto. Necesitamos preocuparnos por cómo las políticas moldean la salud de los californianos. Necesitamos exigir mejores alternativas de energía, transporte y agricultura que sean más limpias. Necesitamos revertir el cambio climático.
Por supuesto, esto es fácil de decir… pero si actuamos juntos, también puede ser factible hacerlo.
En las ciudades de California, para mejorar nuestra calidad del aire y nuestro bienestar, debemos poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles, promover el transporte limpio y mejorar una planificación urbana más ecológica.
En las zonas rurales y agrícolas de California, además de lo anterior, necesitamos aprender del pasado y volvernos sostenibles. El reúso de tierras de cultivo es una oportunidad para mejorar la calidad de vida de todos, brindar sostenibilidad económica y ambiental a los agricultores y las comunidades rurales, mejorar la calidad del aire al reducir drásticamente la dependencia de pesticidas y fertilizantes y detener las prácticas agronómicas inadecuadas que liberan polvo contaminante.
Estamos en un momento crítico en California con una oportunidad de financiamiento única en una generación para corregir injusticias y mejorar la resiliencia climática en Estados Unidos gracias a los fondos de la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Empleo e Inversión en Infraestructura. Si California va a seguir liderando la protección ambiental, la agricultura y la tecnología, y hacer que su aire sea más limpio, entonces nuestros líderes electos deben incentivar más que nunca la energía y el transporte más limpios, prácticas agrícolas más sostenibles y políticas más equitativas que ayuden a un crecimiento económico basado en mejorar la calidad de vida de todos. Nuestras narices, gargantas, corazones y pulmones lo merecen.