El Gobierno ha anunciado un acuerdo con la Comisión Europea para prorrogar la excepción ibérica hasta el 31 de diciembre. Antes de la reunión del Consejo de Energía europeo, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), Teresa Ribera, ha informado del término de las negociaciones con la institución comunitaria.
Aunque Ribera ha precisado que “si el gas natural se mantiene a los precios actuales, probablemente no se active el mecanismo”, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha asegurado tras el Consejo de Ministros en el que se ha aprobado la prórroga que esta supone una “red de seguridad” para los consumidores en el caso de que el precio de esta materia prima repunte a final de año.
De hecho, esta decisión llega un día después de que se cumpla un mes sin efecto en España del tope del gas, debido a que el precio de este recurso fósil no alcanza el límite a partir del cual se empieza a aplicar este instrumento. ¿Se aplicará de nuevo la excepción ibérica? ¿Para qué sirve este mecanismo en la actualidad? Los expertos responden.
¿Cómo funciona la excepción ibérica?
La excepción ibérica fija un tope para el precio del gas que se usa para generar electricidad, según indica la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). De esta forma, se logra reducir el coste de la energía eléctrica en el mercado, al ser el gas una de las tecnologías más caras.
¿Pero por qué se consigue este efecto? Porque en el mercado mayorista de la electricidad o pool las ofertas se ordenan de menor a mayor precio y “la última unidad que es necesaria para producir” marca el coste de todas, como explicó a Newtral.es José Luis Sancha, experto en sistema energético y profesor de la Universidad Politécnica de Comillas.
En concreto, tanto antes como después de la prórroga de la excepción ibérica, el tope del gas actúa sobre esta última unidad, que en muchas ocasiones es aportada por las centrales de ciclo combinado, que usan gas para producir electricidad. En 2022, esta tecnología marcó el precio de la luz durante 2.581 horas, es decir, un 29,5% de las horas totales del año pasado, incluso cuando el mecanismo ya se aplicaba.
Así, se reduce el precio de la energía que suele marcar el precio de la luz. No obstante, esto requiere de una compensación para las centrales de ciclo combinado, que se ven forzadas a vender a un precio inferior al de su coste de producción. Este precio es el tope del gas, que comenzó siendo de 40 euros por megavatio hora (MWh), aumentando en cinco euros cada mes a partir del sexto mes de aplicación, como se estableció en el real decreto ley 10/2022.
¿Qué cambia con la prórroga de la excepción ibérica?
Según ha anunciado Teresa Ribera antes de la reunión en Bruselas del 28 de marzo de 2023, la prórroga de la excepción ibérica “consiste básicamente en extender la aplicación del mecanismo hasta el 31 de diciembre”. Esta modificación hace, a su vez, que el incremento del tope del gas se alargue hasta esa fecha. “En lugar de que cada mes suba cinco euros (...) y termine el 31 de mayo en 65 [euros], pasamos de los 55 actuales a los 65 de diciembre, es decir, una curva mucho más suave”, expone la vicepresidenta tercera, ya que crecerá en 1,1 euros por megavatio hora al mes, según una nota de prensa del Miteco.
Mientras, seguirán cubriendo los costes del ajuste los beneficiarios del tope del gas, que son todos los consumidores de tarifa regulada o PVPC y los del mercado libre con contratos a partir del 26 de abril de 2022. Hasta el momento, además, el 50% de los ingresos que proceden de las rentas de congestión, es decir, de la interconexión eléctrica con Francia, también se ha dedicado a sufragar el coste de la excepción ibérica.
¿Por qué la excepción ibérica lleva sin efecto desde finales de febrero?
Pese a la prórroga, la ministra ha indicado que, con los actuales precios del gas natural, la excepción ibérica se quedará sin efecto. Sin embargo, ha incidido en que, “si el gas natural volviera a subir sus precios, conseguiríamos mantener la electricidad a un precio razonable y no tan dependiente” de este recurso fósil.
Por el momento, la excepción ibérica no se ha activado desde el 27 de febrero. Incluso en días anteriores el valor del mecanismo de ajuste era negativo, lo que suponía un descuento en los precios de mercado, ya que los ingresos procedentes de la interconexión con Francia superaban el importe de la compensación a las gasistas.
Como apunta Diego Rodríguez, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la excepción ibérica “estaba pensada para momentos de altos precios del gas”. “Ahora mismo hay una especie de calma en los mercados del gas en el sentido de que hay un cierto optimismo de que va a haber suficiente gas para los próximos meses”, justifica el también investigador asociado de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
Esto se debe, en parte, a los niveles elevados de reserva de gas con los que Europa ha cerrado el invierno, debido al aprovisionamiento incentivado por la invasión rusa de Ucrania. En ese contexto, la Comisión Europea estableció el llenado de un mínimo del 80% de los almacenes de gas en cada país, objetivo que se eleva al 90% para el 1 de noviembre de 2023.
A las reservas existentes se suma el descenso de la demanda, según Mario Sánchez-Herrero, profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
¿Por qué los precios de la electricidad siguen siendo altos?
Aunque el aumento de las reservas y la caída de la demanda por causas como el invierno más templado, la reducción de consumo en los hogares o el cierre de industrias gasintensivas, como enumera Sánchez-Herrero, han derivado en un descenso de los precios del gas, el importe de la luz ha alcanzado estos días niveles similares a los de las primeras semanas de noviembre, cuando sí se aplicaba la excepción ibérica.
Tras la prórroga de la excepción ibérica, según el experto, pese a que se puedan ver precios de la luz elevados con el tope del gas sin efecto, “pueden estar todavía por debajo del mecanismo”. Esto se debe a la forma de calcular el coste de producir electricidad para las centrales de ciclo combinado, en las que se requieren dos megavatios de gas para generar uno eléctrico.
Por tanto, si, por ejemplo, el megavatio de gas cuesta 50 euros, producir un megavatio de electricidad costaría el doble: 100 euros. A ello habría que añadirle los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), que, como apunta Sánchez-Herrero, “están en el entorno de 90 euros por tonelada”. “Se necesitan como 0,33 toneladas por cada megavatio de electricidad producida con gas”, agrega, lo que sumaría unos 30 euros adicionales.
De esta forma, se llegaría a una cifra de en torno a los 130 euros por megavatio eléctrico en el caso de que sean las centrales de ciclo combinado las que marquen el precio. Así pues, incluso con la excepción ibérica inactiva, la luz podría alcanzar valores superiores a los 100 euros.
Fuentes
Declaraciones de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), Teresa Ribera, al llegar al Consejo de Energía de la Unión Europea el 28 de marzo de 2023
Declaraciones de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del 28 de marzo de 2023
Nota de prensa de Moncloa sobre la aprobación de la prórroga de la excepción ibérica por el Consejo de Ministros el 28 de marzo de 2023
Información sobre el mecanismo ibérico en la página web de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)
Real Decreto-ley 10/2022, de 13 de mayo, por el que se establece con carácter temporal un mecanismo de ajuste de costes de producción para la reducción del precio de la electricidad en el mercado mayorista
Nota de prensa del Miteco sobre la prórroga de la excepción ibérica
Diego Rodríguez, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigador asociado de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea)
Nota de prensa sobre el acuerdo de la Comisión Europea para establecer un mínimo de almacenamiento de gas del 80% en las reservas para el invierno
Mario Sánchez-Herrero, profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)