Te presentamos a la Pi-zza. Sí, el número pi está por todos lados. Empezando por las pizzas. Hazte con cuatro de ellas y cocina una. Prueba a trocearla en un buen número de porciones y déjate los bordes. Ahora, pilla todos los bordes y colócalos en línea. Saca las otras tres pizzas y colócalas en paralelo a la tira de bordes. Bingo. Te salen tres pizzas y un poquito más. Ese poquito de más es 0,1416…
El número pi es 3,141592… 3,1416 para los amigos. Por eso, desde 2019, y gracias al físico Larry Shaw, el 14 del 3 (3/14 en fechas americanas) se celebra el día de Pi. ¿Cómo podemos ver esto más precisamente? Con un cartón de papel higiénico. Da igual el diámetro. Lo pintamos en un plano. Y dibujamos lo que ocupa el tubo cuatro veces seguidas.
Pintamos por dentro y fuera una marca en el tubo y la hacemos coincidir con la primera línea. Ahora lo hacemos rodar y… bingo. Como con las pizzas. 3 rollos y un poco más.
¿Cuántos decimales se conocen del número pi?
3,141592… y así hasta no se sabe cuántos decimales. Por lo pronto, con superordenadores. Mujeres como Emma Haruka, informática teórica de Google Cloud, han dado con 31 billones de ellos… Y “no hay patrones”, explica desde Elche el matemático e investigador de la UMH Santi García Cremades. “Hay que calcular cada cifra de la expansión decimal una a una”.
Los experimentos nos dicen que cada dígito tiende a aparecer una de cada 10 veces. Pero no se sabe si esto es así siempre. Ahora bien, es casi seguro que, dados infinitos decimales, en esta expansión de pi está contenido cualquier número que podamos imaginar. “Hay programas en internet donde puedes buscar en qué parte de pi está tu DNI o tu número de teléfono. Y siempre está”.
Siempre… “o eso creemos, porque aún no se ha demostrado –que estén todos los números–. De hecho hay un problema abierto, no se sabe en qué parte del número pi se encuentran cien ceros seguidos”, apunta García Cremades. De igual manera, no sabemos dónde, pero –por poder–, podrían estar la Biblia o El Quijote enteros escritos en código binario. Es decir, en una sucesión de ceros y unos hipotéticamente posible si esa cantidad de decimales es infinita e incontable. Sin embargo, este caso entra más en el terreno metafísico.
Un número divino para los pitagóricos
“Los pitagóricos entendieron que pi era el primer número que les rompía la cabeza. Número irracional. Y a los pitagóricos les encantaba el romanticismo de los números, de repente se enfrentaron a algo entre la geometría y el álgebra (los números) en donde no había un acuerdo”, explica. Pensaban que tenía que ser “un número divino”.
Desde entonces, no solamente hay romanticismo, sino utilidades. En cualquier círculo, como la rueda. En cualquier ciclo, como las ondas de radio. La inexpugnable física cuántica y sus fenómenos ondulatorios. “Todo eso está regido por el número pi”. Y, sí, por supuesto, esas raciones de pizza cuyos bordes siempre nos dejarán con ‘un poquito de más’. Un pico de infinitos dígitos, como te contamos en este vídeo.