En total, España registró 32 alertas alimentarias serias en 2022, un 52% menos que en 2021, que dejó 67 incidencias de este tipo, según el último balance de la Red de Alerta Alimentaria Europea (RASFF) de la Comisión Europea. En lo que llevamos de 2023, España ha registrado ya 5 alertas alimentarias serias, es decir, las que suponen un riesgo alto para la salud en relación a los criterios que establece este organismo.
Estas incidencias se debieron, en gran parte, a la detección de metales como el mercurio en algunos pescados o alérgenos que no habían sido bien identificados en algunos alimentos.
Entre los países de la Unión Europea, el que notificó un mayor número de incidencias fue Países Bajos, con un total de 193 alertas alimentarias serias, seguido de Alemania (192), Bélgica (162) y Francia (132). España se situó en el puesto número siete.
La Comisión Europea, a través de esta red, es la encargada de rastrear a nivel sanitario este tipo de incidencias, que clasifica como “alertas, notificaciones o rechazo en frontera”, en función del nivel de peligrosidad o de riesgo para la salud que puedan suponer.
Este gráfico forma parte de la serie #En1Gráfico. Usamos datos y visualización para sintetizar y explicar un tema de actualidad.
