Durante los últimos 30 años, las celebraciones del Día Mundial de la Libertad de Prensa han destacado el derecho a la libertad de expresión. Sin embargo, a pesar de años de reuniones y declaraciones de los que patrocinan este día, como la UNESCO, las condiciones están empeorando, en lugar de mejorar.
El tema de este año es “La libertad de expresión como impulsor de los demás derechos humanos”. Es un tema apropiado en un mundo donde los periodistas están siendo víctimas de, por ejemplo, un creciente acoso legal en el Reino Unido, falta de seguridad con la cobertura de la guerra en Ucrania, la creciente violencia contra ellos en América Latina y muchas otras amenazas.
A pesar de esto, desde Ecuador hasta Pakistán, las salas de redacción y los periodistas independientes continúan informando qué pasa, haciendo que los culpables rindan cuentas. Como testimonio de nuestro apoyo, la Red Global de Periodismo de Investigación celebra este Día Mundial de la Libertad de Prensa (03 de mayo) destacando a los reporteros de investigación de algunos de los países que presentan los mayores desafíos y amenazas.
América Latina: un entorno mediático “tóxico”
En el Índice Mundial de Libertad de Prensa más reciente de Reporteros sin Fronteras, se advirtió que América Latina tiene un “ambiente tóxico” para la prensa, especialmente para los reporteros de investigación enfocados en hacer que el poder rinda cuentas. El Comité para la Protección de los Periodistas determinó que América Latina también fue la región más mortífera para ejercer el periodismo en 2022, documentando 30 periodistas asesinados en América Latina durante el año, casi la mitad del total mundial.
En una conversación reciente con el equipo de GIJN en Español, Nelly Luna, periodista y directora del sitio de noticias peruano OjoPúblico, dijo que ella y sus colegas han sido testigos del ataque a la democracia por parte de grupos del crimen organizado y dictaduras en toda América Latina.
Luna dijo que las amenazas a la libertad de prensa también están aumentando en toda la región, citando ejemplos que incluyen una epidemia de asesinatos en México y la persecución política y judicial de reporteros en Venezuela, Nicaragua y El Salvador.
En su país natal, Perú, Luna afirmó que el periodismo se ejerce bajo un régimen en el que, para realizar su trabajo y cubrir las protestas ciudadanas, los periodistas consideran necesario estar equipados con máscaras de gas, cascos y chalecos antibalas.
Solo en los últimos meses, 66 personas relacionadas con estas protestas han muerto y cientos más han resultado heridas. Según Luna, la mayoría de los heridos o muertos fueron baleados.
Una de las periodistas de investigación mexicanas más destacadas, Anabel Hernández, también habló con el equipo de GIJN en Español sobre las crecientes amenazas a la libertad de prensa en su región.
Hernández explicó que para que exista la libertad de prensa, los medios deben actuar independientemente de los intereses de los grupos de poder y sin presiones, censura o autocensura.
“Creo que el trabajo en equipo entre personas que comparten los mismos códigos de ética e ideales es la mejor manera de enfrentar los problemas de la libertad de prensa. Unidos, no divididos. La división es la mayor debilidad de los periodistas y medios en México”, dijo Hernández.
Luego de varios intentos de asesinato contra Hernández y su familia, y la incapacidad del Estado para procesar a los responsables, se vio obligada a realizar un autoexilio para proteger a su familia y continuar con sus reportajes.
Pakistán: un país propenso a la violencia
Este año Pakistán experimentó varias crisis políticas, incluyendo un cambio de liderazgo cuando el primer ministro Imran Khan renunció en abril después de perder una moción de censura.
La agitación en el partido de Khan, Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), ha creado un ambiente propicio para que los periodistas profundicen en varios aspectos de su gobierno y la propensión a la violencia de sus partidarios.
En mayo de 2021 tres hombres no identificados irrumpieron en el apartamento de Asad Ali Toor, un destacado periodista paquistaní que anteriormente había criticado al gobierno y al ejército de su país. Estos hombres también lo ataron y lo golpearon con una pistola.
Recientemente, Toor habló con la editora de Urdu de GIJN sobre los desafíos que enfrenta la libertad de prensa en Pakistán.
Según Toor, las cúpulas militares han invertido agresivamente en campañas de desinformación a través de propagandas en pro de la narrativa estatal, pero que también lanzan ataques para desacreditar a periodistas independientes. Simultáneamente, ha surgido una raza paralela de autoproclamados pseudo-“periodistas de investigación”, que promueven la agenda del gobierno.
¿El consejo de Toor? Ser resistente e intentar cambiar a foros alternativos para poder dar información basada en hechos reales.
Rusia: prohibición de los medios independientes
Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, casi todos los medios independientes han sido prohibidos, bloqueados o declarados “agentes extranjeros”. Los periodistas de los países vecinos también han sido objeto de deportaciones y arrestos arbitrarios.
El periodista de investigación Bolot Temirov, que tiene ciudadanía rusa y kirguisa, fue arrestado en enero de 2021 después de una redada en su empresa, Temirov Live, donde el periodista dijo que los oficiales le sembraron drogas. En noviembre de 2022, fue absuelto de los cargos de posesión de drogas, pero condenado por utilizar documentos falsos para obtener un pasaporte kirguís. El tribunal de apelaciones ordenó la deportación de Temirov de Kirguistán.
Temirov se encuentra ahora en Moscú con sus familiares, aunque fue expulsado sin ninguna documentación.
Su abogado, Bakyt Avtandil, dijo al CPJ que su mayor temor es que Temirov, que está en edad de servicio militar obligatorio, pueda ser movilizado para luchar en la guerra de Rusia contra Ucrania.
Líbano: una espiral de violencia
El Medio Oriente sigue siendo una región peligrosa para los reporteros. En 2021, varios fueron asesinados mientras informaban, incluido el periodista y analista político libanés Lokman Slimwas, quien fue encontrado muerto cerca de su automóvil.
Según Reporteros sin Fronteras: “Líbano está en peligro de hundirse en una espiral de violencia. Los ataques en línea y las amenazas de muerte contra los reporteros van en aumento y, a veces, las amenazas se hacen realidad”.
Lara Bitar, periodista libanesa y editora en jefe de The Public Source, ha estado cubriendo los desechos tóxicos dentro del Líbano desde la guerra civil del país, un trabajo que adquirió una nueva urgencia a raíz de la explosión del puerto de Beirut en 2020.
Pero el viernes 31 de marzo la Oficina de Delitos Cibernéticos, en nombre de las Fuerzas Libanesas, la convocó a comparecer para ser interrogada. Las Fuerzas Libanesas, un partido político que surgió de una milicia en tiempos de guerra, se enojó por un artículo del sitio de Bitar que llamó la atención sobre algunos de los crímenes ambientales cometidos durante y después de la guerra civil libanesa.
Este interrogatorio fue inquietante por varias razones, pero la más importante es que el gobierno utilizó una agencia de seguridad —una que no tiene jurisdicción legal sobre la prensa— para hostigar a los periodistas por ejercer el periodismo.
Ruanda: una prensa dominada por el gobierno
Después de décadas de opresión, el panorama mediático de Ruanda es uno de los más vulnerables de África y uno de los más censurados.
Según Reporteros sin Fronteras, en Ruanda la mayoría de los canales de televisión están controlados por el gobierno o por propietarios miembros del partido gobernante. La mayoría de las estaciones de radio tienden a centrarse en la música y los deportes y evitan otros temas potencialmente polémicos. Quizás el dato más desolador: en un país de 12 millones de habitantes, ya no hay un solo periódico nacional.
Samuel Baker Byansi, cofundador del sitio sin fines de lucro M28 Investigates, habló con el editor de África de GIJN sobre la historia de la prensa en Ruanda.
Durante la Guerra Civil de Ruanda, a principios de la década de 1990, la prensa estuvo dominada por los medios estatales que impulsaban la propaganda antitutsi, explicó Byansi. Sin embargo, esta propaganda era menos sofisticada que la campaña de desinformación que azota a Ruanda hoy. Desde 1994, la narrativa de la desinformación ha logrado disfrazarse en la prensa popular y ser difundida tanto por intelectuales como por medios progubernamentales.
Sin embargo, hay esperanza. Byansi citó una petición de 2018 relacionada con la difamación, en la que la Corte Suprema de Ruanda falló en gran medida a favor de los derechos a la libertad de expresión, entre otras victorias sobre la libertad de prensa.
Aún así, Ruanda tiene un largo camino por recorrer.
“La libertad de prensa es como otras libertades: nadie te la dará así como así, tienes que luchar por ella”, dijo Byansi.
Recursos adicionales
Consejos de una periodista: Anabel Hernández (México)
Partir para sobrevivir: periodistas exiliados y la crisis de libertad de prensa en América Latina
Índice Mundial de Libertad de Prensa 2022
Holly Pate es la editora de redes sociales de GIJN. Anteriormente fue directora de divulgación y redes sociales de The Outlaw Ocean Project, un proyecto de periodismo sin fines de lucro. Ha escrito para lugares como The New York Times y Capital News Service.
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