La hidráulica y el ciclo combinado, las tecnologías que más fijan el precio de la electricidad en 2022

El precio de la luz ha alcanzado valores récord a lo largo de 2022, cifras determinadas por las tecnologías que sirven para generar electricidad. En concreto, el año pasado la hidráulica marcó el coste energético la mitad de los meses del año, mientras que casi la otra mitad fue definida por las centrales térmicas de ciclo combinado, según datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE). 

Esta forma de generación usa gas para producir electricidad, lo que eleva sus precios frente a otras fuentes de energía. Todo ello pese a que las renovables, como la eólica y la fotovoltaica, más baratas, supusieron el 42% del total de la producción eléctrica en España en 2022, según una nota de prensa de Red Eléctrica.

Así, dependiendo de la procedencia de la energía eléctrica –que puede producirse, por ejemplo, a partir de fuentes renovables–, los costes serán unos u otros. Esto se debe a la estructura del mercado de la electricidad, en el que los precios se definen de acuerdo con las tecnologías que se utilicen para cubrir las necesidades de energía de la población.

Qué es y cómo funciona el pool eléctrico

Para cubrir la demanda de electricidad de una determinada población normalmente es necesario recurrir a diferentes fuentes de energía. Cada una de estas tecnologías tiene un coste distinto, por lo que ofrecen su producción eléctrica a precios diferentes.

Como explica a Newtral.es Jorge Sanz, director asociado de la consultoría económica NERA y presidente de la Comisión de Expertos sobre transición energética en 2018, el organismo que recibe las ofertas de venta y conoce la demanda es OMIE, que funciona como “plataforma de casación del mercado”. “Lo que hace la OMIE es ordenar las ofertas y elegir las más baratas hasta que la última cubre la demanda”, precisa.

Por eso el mercado mayorista de la electricidad recibe el nombre de pool (piscina, en inglés) eléctrico, en el que la capacidad de ‘agua’ de la piscina es la demanda eléctrica total. Las diferentes ofertas van llenando el espacio disponible hasta completarlo, siendo la primera la de menor precio y la última, la de mayor. Esta recibe el nombre de marginal, y contagia su precio al resto de ofertas, marcando el coste de la electricidad.

Las tecnologías más caras son las que fijan más habitualmente el precio de la electricidad

Por el propio funcionamiento del pool, las tecnologías más caras suelen fijar el precio. De esta forma, el precio de la luz depende del coste de oportunidad de cada fuente de energía, según apunta Sanz. Es decir, de lo que la empresa pierde por usar el recurso hoy “pudiendo utilizarlo más adelante”.

Como ejemplo, una compañía gasista que debe decidir si produce electricidad en un día concreto. “Si lo utilizas hoy, mañana tienes que reponer el gas para volver a producir electricidad. ¿Entonces cuál es tu coste de oportunidad? Lo que te va a costar reponer el gas que consumas hoy”, expone. Por esa razón, las centrales de ciclo combinado construyen el precio de la electricidad “viendo cuánto cuesta el gas en Mibgas [el Mercado Ibérico del Gas] mañana” y multiplicándolo por dos, ya que para producir un megavatio eléctrico se necesitan dos de gas.

Este criterio se aplica de la misma forma al carbón, pero no a otras generadoras de energía, como la hidráulica o las renovables. En el caso de la hidráulica, tecnología que más ha marcado el precio de la electricidad en 2021 y 2022, su coste de oportunidad es bajo, pero tiene posibilidad de almacenar la energía potencial en los embalses. Algo que le permite negociar su precio.

La hidráulica marca los precios pese a su bajo coste de producción

El coste de oportunidad de las tecnologías está determinado por la posibilidad (o no) de almacenar la energía que producen. Así, la hidráulica con embalse puede almacenar la fuente de electricidad, es decir, el agua, hasta que considere que hay un precio alto. “Lo que haces es guardar el agua para intentar sustituir al gas”, apunta Sanz.

Es aquí donde se originan los conocidos como beneficios caídos del cielo por la propia estructura del mercado mayorista. Estos también se aplican a las renovables, con bajo coste de producción, pero ingresos elevados al recibir la diferencia entre el precio de la energía en el mercado y el valor real que les cuesta producirla.

Para Aitor Urresti, experto en energía de la Universidad del País Vasco, los costes de operación de las centrales hidráulicas “no son para nada elevados” y, aun así, marcan precios altos. En concreto, tanto en 2021 como en 2022 fue la tecnología que más veces determinó el precio de la electricidad. Aunque en algunas ocasiones ofertó a precio del gas, otras lo hizo a precio similar al de las renovables, más bajo, lo que suele ocurrir, por ejemplo, cuando tiene que desembalsar agua en épocas con exceso de precipitaciones.

“Es un mercado libre y nadie puede obligar a una compañía que tiene en su propiedad una central hidráulica a ofertar a un precio muy bajo si sabe que puede vender esa electricidad al doble o al triple de precio”, subraya Urresti.

Las renovables no logran marcar precios pese a generar el 42% de la electricidad en 2022

Mientras, las renovables son una de las energías más baratas debido a su bajo coste de oportunidad, al no tener capacidad de almacenamiento de electricidad, algo que pasa también con la nuclear, cuyas centrales no se pueden detener fácilmente. “O la venden hoy o la pierden”, sentencia Sanz, de NERA, sobre la electricidad generada con estas fuentes.

Pese a su bajo precio de venta y a que en 2022 produjeron el 42,2% de la generación eléctrica del país, según Red Eléctrica, las renovables no son las tecnologías que más marcan en precio de la electricidad. De acuerdo con los datos de OMIE, el régimen especial –que incluye renovables, cogeneración y residuos– determinó el coste de la luz el 26,1% de las horas del año.

Sin embargo, al incluir cogeneración, que se vende a precio de gas, es difícil diferenciar cuándo las renovables marcan el coste de la luz y cuándo lo hace la cogeneración. De acuerdo con el departamento de prensa del OMIE, una opción es ver si el precio supera los 25 euros, lo que permite concluir que la cogeneración marcó el precio, como ocurrió en mayo de 2022. “Históricamente estaba todo en el mismo saco y no se ha ido cambiando aunque es probable que pronto se separen”, informan desde OMIE.

En general, según Diego Rodríguez, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigador asociado de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), “siempre que haya hueco térmico, la marginal siempre va a ser la térmica”.

Así, cuando la térmica entra en el mix suele marcar precios, aunque lo haga mediante la hidráulica, que oferta según el precio del gas. Como excepción, los últimos días de diciembre de 2022, momento en el que “la eólica prácticamente desplazó a otras tecnologías”.