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Difícilmente vamos a avanzar en la lucha para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero si nuestros dirigentes, los responsables de aplicar políticas públicas, hacen declaraciones tan desafortunadas como las del presidente del gobierno en su intervención en la cumbre del clima el pasado día 12 de noviembre.
El presidente del gobierno es un maestro en el arte de decir una cosa y la contraria. Mientras hace un llamamiento a frenar el cambio climático, afirma literalmente que no tenemos que renunciar a la abundancia ni volver a la Edad de Piedra o no se trata de decrecer, sino de crecer de una manera distinta, como si fuera posible conjugar ambas ecuaciones
Solamente aplicando el sentido común, la palabra abundancia indica exceso de algo, luego no renunciar a la abundancia, como indica el presidente, supone no renunciar al derroche y el despilfarro. No olvidemos que en su acepción lingüística, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, abundancia es sinónimo de opulencia. Esa abundancia a la que hace referencia el presidente solo la disfruta una parte muy, muy pequeña de la Humanidad. Es decir, que cuando habla de abundancia se refiere a mantener el privilegio de que una parte ínfima de la Humanidad despilfarre aquello que pertenece a toda ella.
Ecologistas en Acción subraya que como muy bien sabe el Presidente, solo podemos abordar la crisis climática y la crisis energética si dejamos de explotar combustibles fósiles, recursos materiales y recursos minerales a un ritmo desbocado como venimos haciendo en los últimos 150 años y volvemos a vivir en paz con el planeta, consumiendo recursos renovables como la especie humana ha hecho, con éxito, durante centenares de miles de años.
Tampoco pretende la comunidad científica, en sus apremiantes informes más recientes, volver a la Edad de Piedra, como dice en plan chusco el Presidente. La comunidad científica, el movimiento ecologista y multitud de organizaciones de todos los perfiles de intervención social, estamos haciendo un llamamiento a la austeridad. Austeridad no es sinónimo de pobreza, que no pretendan asustarnos, es sinónimo de sobriedad, mesura, templanza, frugalidad. Estos son los principios que deben regir en nuestras comunidades si queremos salir airosos de esta emergencia.
Rizando el rizo, pronto veremos al Presidente eludir el término Decrecimiento para afirmar que debemos caminar en la senda del crecimiento negativo ??????, como ya hizo la ministra Salgado en el año 2009, intentando esquivar el término real de recesión o decrecimiento. No hay que tenerle miedo a las palabras si sabemos explicar que la economía en los países industrializados va a decrecer necesariamente por agotamiento de los recursos no renovables, pero que esto no será necesariamente apocalíptico si sabemos gestionar ese decrecimiento en equidad, acabando con las tremendas desigualdades asociadas al enriquecimiento ilícito de una élite sin escrúpulos”, concluye el alegato de la organización ecologista cordobesa.
Declaraciones de Pedro Sánchez en la Cumbre del Clima.
“No se necesitan medidas drásticas, no tenemos que renunciar a la abundancia ni volver a la edad de piedra: tenemos que transformarnos, cambiar la forma en que nos movemos, generamos riqueza y nos relacionamos con el planeta”.
“No se trata de decrecer, sino de crecer de una manera distinta, más sostenible y, por tanto, más responsable”.
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