Donaciones confiscadas, acusaciones de que no están actuando en el terreno o que han llegado días tarde a prestar ayuda. Los ciudadanos de Estados Unidos y España, con una diferencia de un mes, han presenciado cómo las mismas narrativas en contra de Cruz Roja y otras organizaciones de ayuda humanitaria se han extendido, primero durante el huracán Helene y posteriormente, tras el paso de la DANA por Valencia.
También sucedió en la guerra en Ucrania donde medios afines o controlados por el Kremlin, como Russia Today (RT), difundieron que Cruz Roja tenía “centenares de registros médicos con datos de órganos infantiles sanos”, sugiriendo la existencia de tráfico de órganos sin mostrar prueba alguna, como explicaron los verificadores StopFake y también negó Cruz Roja Internacional.
Estas campañas de desinformación y desprestigio provocan desconfianza y “ponen en peligro las operaciones humanitarias y también a los trabajadores humanitarios”, explicaban desde el Comité Internacional de la Cruz Roja en 2021. Campañas que desde InterAction, una red de casi 200 organizaciones no gubernamentales (ONG), añaden, “se ha visto incrementada por la celeridad con la que se puede crear y difundir desinformación hoy en día”. No evaluar sus posibles consecuencias puede tener riesgos, como la pérdida de fondos debido a un menor número de donaciones, y “causar daños posteriores debido a la creciente desconfianza en las fuentes oficiales”, alerta un estudio sobre manejo de desinformación en épocas de crisis y emergencia.
La campaña de desprestigio y las acusaciones de bloqueo, inacción y confiscación de envíos a las zonas afectadas por el huracán Helene en EEUU o la DANA en Valencia
En plena campaña electoral en EEUU, coincidiendo con el paso del huracán Helene por el país, se lanzaron diversas teorías de la conspiración y acusaciones sin pruebas sobre supuestas confiscaciones de los envíos a los afectados. “El gran problema es que la FEMA (Agencia Federal de Gestión de Emergencias, por sus siglas en inglés) está bloqueando activamente los envíos y confiscando bienes y servicios a nivel local y encerrándolos para afirmar que son suyos. Es muy real y aterrador ver hasta qué punto han tomado el control para impedir que la gente ayude”, difundía Elon Musk en Twitter (ahora X), red social de la que es propietario, el 4 de octubre.
Elon Musk no fue el único. Multitud de mensajes similares circularon en la red social de la que es propietario. “¡NO den su dinero a los traficantes de personas de la Cruz Roja!”, decía un usuario que a su vez pedía que ese dinero fuese a una colecta de GoFundMe iniciada por Donald Trump, que a día de hoy ha recaudado más de ocho millones de dólares.
Ante tales acusaciones, la FEMA publicó una nota en su web afirmando que eran falsas las narrativas desinformativas de que han confiscado bienes, que se han desviado fondos para ayudar a inmigrantes o que sólo daría 750 dólares a los afectados por el huracán. Al mismo tiempo, pedían a los ciudadanos que se protegiesen de estafas.
Medios como la CNN, CBS, The Guardian, Politico o The New York Times alertaron el pasado mes de octubre de todas las desinformaciones que estaban surgiendo en torno a la FEMA y Cruz Roja. “Tenemos que detener esta retórica porque lo que está haciendo es infundir miedo en las personas, haciéndoles creer que no vamos a estar allí para ayudarlas, que no recibirán y no tendrán acceso a los recursos críticos a los que son elegibles”, explicaba a la CNN Deanne Criswell, administradora de la FEMA. También Cruz Roja afirmó que era falso que no estuviese actuando sobre el terreno, que estuviera confiscando bienes o que estuviese ocupando refugios.
En España, con menos de un mes de diferencia, la campaña desinformativa ha seguido una estrategia muy similar. En los primeros días, tras el paso de la DANA por Valencia, se hizo viral un bulo afirmando que mientras Cruz Roja no está prestando ayuda a los afectados, sí que envía un cargamento de 53 toneladas a la Franja de Gaza. La imagen que ha circulado es real pero no actual, sino de mayo de 2024. Desde Cruz Roja han explicado que "la ayuda económica" que reciban "para la DANA irá íntegramente para la DANA".
También han acusado a la entidad de no estar actuando en la zona afectada por el paso de la DANA o de llegar tarde. Mensajes como “en la catástrofe no hay ni un miembro de la Cruz Roja” han estado circulando desde el paso de la DANA por Valencia, acusando a la ONG de no estar presente en las zonas afectadas. No obstante, en las publicaciones de Cruz Roja, se ve que sí que hubo presencia de trabajadores y voluntarios en los primeros días. Por ejemplo, subieron a su perfil de X un vídeo el mismo día 29, día del paso de la DANA, o el día 30, agradeciendo a los equipos de voluntarios la ayuda en la gestión de los albergues para los afectados. El 1 de noviembre indicaban que habían activado los Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias de Intervención Psicosocial (ERIE IP) en Feria Valencia” para atender a las familias de las víctimas de la DANA y el 2 anunciaron la llegada de alimentos y productos de primera necesidad para la población afectada, así como su distribución.
Según el estudio ‘Manejo de información falsa en la gestión de emergencias’, “las afirmaciones falsas o engañosas, la desinformación malintencionada, los rumores o las bromas pueden poner a las personas en una situación de mayor riesgo y/o dificultar el funcionamiento normal de las instituciones de gestión de emergencias”.
“Las ayudas van a parar a inmigrantes ilegales”: de las acusaciones de Trump a la FEMA a los mensajes racistas en redes sociales contra Cruz Roja y Cáritas
“Se robaron [la administración Biden-Harris] el dinero de FEMA como si lo hubiesen robado de un banco para dárselo a sus migrantes ilegales”, decía el entonces candidato a la Casa Blanca, Donald Trump, en plena campaña electoral de 2024 durante un mitin en Saginaw, Michigan, el 3 de octubre.
La FEMA lo negó en un comunicado afirmando que las acusaciones eran falsas y que los fondos de respuesta a desastres, como en el caso del huracán Helene, provienen del Fondo de Ayuda para Catástrofes (Disaster Relief Fund o DRF), y estos “no se han desviado a otras iniciativas no relacionadas con catástrofes”, como contamos en Maldita.es.
En España, hemos presenciado un panorama similar en redes sociales como X y canales de Telegram. Una campaña de desinformación pedía a los ciudadanos no donar “ni un duro” o “ni un euro” a Cruz Roja, acusándolos de ayudar sólo a inmigrantes.
Estos días también se ha viralizado un montaje de fotos en el que solo se ven imágenes de voluntarios y trabajadores de Cruz Roja dando mantas y abrazos a personas inmigrantes durante crisis migratorias, pero que no se les ve haciendo lo mismo con los afectados por la DANA. Se difunde con mensajes como “tienen otras prioridades, pero la hucha te la pasan a ti”.
En una de las fotos aparece Luna, la voluntaria de Cruz Roja que fue objeto de múltiples desinformaciones cuando en 2021 se convirtió en protagonista de una foto abrazando a uno de los miles de migrantes que llegaron nadando a la playa de El Tarajal, en Ceuta.
Cruz Roja no ha sido la única víctima de la campaña estas semanas en España. También lo fue Cáritas, la confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica. Estos días se ha difundido un vídeo en el que un voluntario de una de las naves de recogida de donaciones para los afectados por la DANA acusa a la organización de quedarse con los productos de más valor y tirar el resto, de no canalizar la ayuda hacia la población afectada o de priorizar la atención a las personas migrantes. Ninguno de estos mensajes aporta pruebas sobre el supuesto rechazo de la ayuda. Cáritas contó a Maldita.es que todas estas afirmaciones eran “falsas” y que tienen un “protocolo para gestionar de manera eficaz la respuesta a la emergencia causada por la DANA”, atendiendo a “todas las personas que acuden a nosotros para solicitar ayuda”.
Recientemente, esta organización se opuso a firmar un convenio de colaboración en Burgos si el Gobierno municipal, formado por PP y Vox, cumplía su decisión de retirar los fondos a otras tres ONG que asisten a migrantes. Días más tarde, su sede en Burgos, junto con las de otras ONG, han sido vandalizadas este 20 de noviembre con pintadas como "españoles primero", "puto moro" o "+ Valencia, - Nigeria", a pesar de que Cáritas ha estado recaudando dinero y ayudando sobre el terreno afectado por la DANA, como puede verse en su página web y redes sociales.
En Italia, en cambio, ha sido Open Arms, la ONG dedicada al rescate de personas que llegan a Europa por mar, la acusada de no estar actuando en las zonas afectadas por la DANA. Los verificadores FACTA, en Italia, destacan a Maldita.es cómo estos días han circulado mensajes como: “En Valencia hay gente que necesita ayuda seriamente. ¿Habéis visto por casualidad una ONG tipo Open Arms?”, decía el post en italiano que se hizo viral en redes. También era un bulo, la ONG ha estado estos días en Valencia prestando ayuda y estuvo informando sobre ello en sus redes sociales. El 1 de noviembre por la mañana publicaron un vídeo informando que llegaron el día anterior y que tanto el equipo como voluntarios estaban trabajando sobre el terreno.
A toda esta desinformación se suma el intento de fraude por parte de personas que se hacen pasar por voluntarios de Cruz Roja pidiendo dinero en efectivo, algo que desde la propia institución han alertado en redes sociales. Estas suplantaciones para obtener dinero haciéndose pasar por Cruz Roja se han visto en otras catástrofes como ocurrió en 2023 en México tras el paso del huracán Otis.
Acusaciones de tráfico de órganos e inacción: la campaña desinformativa del Kremlin en la guerra de Ucrania
En 2022, después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, también pudimos presenciar una campaña de descrédito contra organizaciones internacionales como Cruz Roja o la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Los verificadores ucranianos StopFake alertaron de que “medios rusos y usuarios en redes sociales”, como RT en español, “alegaron que la Cruz Roja está involucrada en el tráfico de órganos de niños”, sin embargo, “no hay ninguna evidencia que respalde estas acusaciones en los videos utilizados para hacer estos cargos”, y tampoco aportaron pruebas, explican en su web. Esta narrativa no era nueva, fue desmentida por StopFake en 2021, antes del inicio de la guerra.
Ninguno de los contenidos proporcionaba fotografías o fotogramas del vídeo que respaldasen las acusaciones de tráfico de órganos, y Cruz Roja Internacional afirmó que eran “inequívocamente falsas” las acusaciones en su página web.
Ante la enorme cantidad de desinformaciones, desde el Comité Internacional de Cruz Roja hacían hincapié en cómo la asistencia humanitaria se estaba “viendo en peligro”.“Estamos viendo ataques deliberados y dirigidos que utilizan narrativas falsas y desinformación para desacreditar al Comité Internacional de Cruz Roja. Y esto tiene el potencial de causar un daño real a nuestros equipos y a nuestros socios del movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que trabajan sobre el terreno y a las personas a las que servimos”, decían desde el propio Comité. Esta campaña de desinformación, una vez más, traspasó fronteras: se hizo viral en lugares como Países Bajos o Grecia, además de en Ucrania.
En plena guerra, ha habido otras campañas que han tratado de desacreditar a la institución, como la que indicaba que la Cruz Roja rumana suspendía la ayuda en Odesa debido a la corrupción de los funcionarios locales. En otras ocasiones, amplificando la narrativa de que Ucrania estaba sufriendo un gran volumen de bajas en la guerra o que la Cruz Roja dejaba de prestar asistencia en el país. La propia Cruz Roja ucraniana también denunció que habían suplantado su canal de Telegram para difundir desinformación.
No sólo en conflictos o en desastres naturales, también ha circulado desinformación sobre Cruz Roja este 2024 en relación al coronavirus. Diversos bulos han circulado a su vez en múltiples idiomas, afirmando que la institución humanitaria estaba rechazando en Estados Unidos a donantes vacunados de la COVID-19, negado por la propia Cruz Roja. Se ha viralizado en países como España o en los propios Estados Unidos, entre otros. Pero también lo vimos en 2021 en países como Ucrania o Irlanda del Norte.
En los últimos días también ha vuelto a moverse en España la narrativa de que Cruz Roja “hace negocio” con la sangre de los donantes. Tampoco es exclusiva de España, la hemos visto circular en Estados Unidos. Tanto en un país como en otro, la explicación desde Cruz Roja es la misma. En España, la organización gestiona la recogida de sangre en puntos extrahospitalarios a través de convenios firmados con cada comunidad autónoma y en su web explican que reciben pagos por la provisión de sangre a los hospitales, pero puntualizan que no cobran “por la sangre en sí”, sino que solo recuperan los “costes asociados”. En EE.UU, por su parte, la Cruz Roja vende sangre donada a los hospitales, pero las tarifas que la Cruz Roja cobra a los hospitales se utilizan para recuperar los costos relacionados con la recolección de sangre, explicaba el verificador PolitiFact.
Pérdida de confianza, riesgo para los trabajadores y campañas de solidaridad falsas: las consecuencias de estas desinformaciones
Los actores maliciosos, “ya sean estatales o no estatales, pueden tener intereses estratégicos, tácticos, políticos o económicos” en la difusión de estas campañas, explica la alianza de ONG y socios internacionales, InterAction. Los ataques de desinformación centrados en la reputación amenazan el apoyo financiero del público y de los donantes, y por tanto, repercuten en la ayuda que prestan a quienes los necesitan.
Kate Forbes, presidenta de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, mostró su preocupación por estos ataques en un artículo publicado en The New York Times el pasado mes de agosto: “la desinformación, ya sea involuntaria o deliberada, puede sugerir que los trabajadores humanitarios están tomando partido o participando en un conflicto o conspiración. Eso puede alimentar el resentimiento y la hostilidad local, poniéndolos en mayor riesgo”.
En ocasiones, las campañas de desinformación aparecen de la mano de “campañas de solidaridad falsas”, explica Fábio Ribeiro, profesor de la universidad portuguesa de Tras-los-Montes y Alto Duero, en un estudio en el que analiza las campañas desinformativas en diferentes catástrofes y situaciones de emergencia. Frente a las contribuciones positivas, indica, aparecen campañas de desinformación que intentan manipular la opinión pública y explotar la situación para crear campañas de solidaridad falsas: “Estas campañas engañosas incluyen, por ejemplo, falsas colectas de fondos, recolección de bienes o peticiones de ayuda para situaciones inexistentes, buscando aprovechar la vulnerabilidad y la buena voluntad de las personas en momentos de crisis”. En definitiva, Ribeiro reitera cómo los esfuerzos de desinformación aprovechan el caos y la urgencia para sembrar confusión y desviar la ayuda de causas legítimas.
No evaluar los posibles peligros de estas campañas de desinformación y desprestigio y subestimar las amenazas “pueden causar daños posteriores debido a la creciente desconfianza en las fuentes oficiales”, reitera el estudio ‘Manejo de información falsa en la gestión de emergencias: un estudio comparativo transnacional de prácticas europeas’, publicado en 2021.
Las situaciones de emergencia son propicias para la aparición de bulos. En Maldita.es seguimos desmintiendo bulos y desinformaciones relacionadas con la DANA y varias teorías de la conspiración desde el pasado martes 29 de octubre. Es fundamental: fíate sólo de fuentes oficiales y, ante la duda, es preferible no compartirlo. Aquí puedes consultar herramientas y fuentes para informarte sobre la DANA que está recorriendo España.