Para cualquier futbolista de élite, subirse en la báscula o medirse los pliegues supone un ejercicio rutinario, un mero trámite en un contexto donde se asume que se cumplirán todos los requisitos físicos que expone la profesionalidad. Pero en esa rutina entre los baremos y la exigencia, sufre la mente de quienes no conviven de una manera sana con su cuerpo y tienen trastornos de la alimentación. “Necesitamos educación para gestionar estas situaciones”, explica Leti Méndez, futbolista que admitió sufrir bulimia, un trastorno alimentario, tras retirarse.
Exjugadora del Atlético de Madrid, Madrid CFF o Logroño entre otros clubes de primera división, Leti Méndez arrastró durante once años una mala relación con la comida que por entonces era un precio a pagar por cumplir su sueño. “Mi madre murió cuando yo era muy joven y durante mucho tiempo lo único agradable era la comida”, recuerda en una entrevista a Newtral.es. “Sientes que tu sueño es ser futbolista y no quieres acabar con ello, así que no solo no cuentas tu problema sino que piensas que serás capaz de resolverlo”.
Once años después, Leti Méndez se puso en manos de profesionales que le diagnosticaron bulimia. Siendo consciente del trastorno de la alimentación (TCA) y cómo le limitaba profesionalmente, decidió retirarse tiempo después. Tras esta decisión, publicó un vídeo en el que explicaba los motivos. Las reacciones le sorprendieron, porque no era la única del entorno en sufrirlo. “Es muy complicado ver esas señales porque no es tan evidente”, explica, lamentando recibir mensajes de madres preocupadas por sus hijas adolescentes.
Leti Méndez: “En el fútbol no es fácil contar que sufres bulimia”
El primer paso que dio Leti Méndez fue acudir a su familia y a su entorno más cercano dentro del fútbol. El deporte y su exigencia no habían sido factores desencadenantes del trastorno, pero sí un contexto perjudicial para recuperarse. “No es fácil contarlo, y si lo hago es porque sé que hay compañeras que sufren como yo pero no se atreven. En la élite dependes de tu físico y esa sensación te hace mucho daño, tienes presión por tener un cuerpo perfecto y es lo contrario a lo que necesitas mentalmente”.
Estar lejos del balón ayuda a la exfutbolista. “No estoy recuperada, pero siento que voy mejorando con la distancia que me da haberme retirado. Dentro del fútbol era imposible.Ves que el entorno no está capacitado, que muchas veces ni siquiera tienes psicólogo o nutricionista o que las respuestas no son adecuadas”.
Según cuenta la jugadora, las carencias vividas le impulsaron también a tomar la decisión de hablar abiertamente sobre su trastorno. “Los clubes deben gestionar estos casos de otra manera. A mí en Huelva me apartaron del equipo, parecía que ya no valía para jugar al fútbol. Y en otros casos ves que hay nutricionistas que le dan el mismo plan de comidas que a sus pacientes de ochenta años, o que nos dan los mismos suplementos a todas como si no necesitáramos cosas diferentes”.
Leti Méndez: “No puedes decirle a alguien que deje de comer”
Pero más allá de la profesionalización y educación de los diferentes estamentos de los clubes, de quienes tienen que velar por su salud física y mental, lo que más lamenta Leti Méndez es haberse encontrado con respuestas poco humanas. “No es lo mismo decirle a alguien que tiene que perder peso y le vas a ayudar, a decirle que deje de comer. He vivido y visto este tipo de comentarios que en lugar de ayudarte te obligan a dejar de comer y te llevan a trastornos”.
El contexto, insiste, es desfavorable para quien necesita expresar que sufre un trastorno relacionado con su cuerpo entre tanta exigencia. “Conozco más casos de compañeras que se han retirado en la misma situación y nadie sabe que es por ello, ninguno de los implicados y de quienes realizaron comentarios inoportunos saben que forman parte del motivo de la renuncia de esas futbolistas”, lamenta.
Ahora, Leti Méndez disfruta de la familia que tantos años tuvo lejos e intenta no resolver de inmediato todas las incógnitas de su futuro. “Estoy recuperándome con paciencia y sin pensar en si algún día volveré al fútbol. No quiero entrenar, ni siquiera jugar en un equipo amateur, porque mi mente es muy competitiva y no sé cómo puede afectarme”, dice. “Echo mucho de menos el fútbol, pero está en un segundo plano”.
“Debemos tener en cuenta que el cuerpo de la mujer es muy diferente”
Uno de los factores por los que Leti Méndez cree que se necesita educación en los vestuarios es el fisiológico. Entiende que los trastornos alimentarios también existen en el fútbol masculino pero entiende que se resuelven de manera más profesional. Cuando se trata de ellas, cree que existe un desconocimiento sobre el cuerpo de la mujer. “Tenemos que explicar los TCA para que dentro de los equipos se pueda percibir si alguien tiene un especial cuidado con la alimentación o un problema”.
Méndez insiste en dar las herramientas para gestionar situaciones con personas que sufran trastornos alimentarios, y sobre todo educar. “He llegado a decirle a quien me pesaba que estaba por encima porque estaba hinchada por la regla y que su respuesta fuera una multa y un “es lo que hay”, sin tratar de entenderme. No podemos gestionar los cuerpos de las futbolistas a base de multas porque hay muchos contextos, cuerpos, edades… y las hormonas intervienen muchísimo, es inevitable tener desajustes. Hay que concienciar”.
Fuentes
Entrevista a la futbolista Leti Méndez