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En la madrugada del 5 al 6 de noviembre se han empezado a conocer los resultados de las elecciones en Estados Unidos, pero ¿cuándo sabremos si Donald Trump o Kamala Harris serán proclamados ganadores? Es probable que no lo conozcamos durante la noche. Puede, incluso, que ni siquiera esté claro a la mañana siguiente. O al día siguiente. Y eso no significa que haya fraude electoral. Frente a estas desinformaciones, te contamos cómo funciona el recuento en EEUU.
Las urnas en Estados Unidos cierran de manera escalonada por los diferentes husos horarios en el país. Además, hay que tener en cuenta que muchos estados tienen voto anticipado y voto por correo, que es seguro, y se va incorporando progresivamente. Esto, como recoge el Voting Rights Lab, difiere en los estados por tres razones:
Las leyes estatales varían con respecto a cómo y cuándo los funcionarios electorales pueden comenzar a procesar, verificar y contar las papeletas.
Los patrones de votación varían de un estado a otro, lo que genera problemas únicos relacionados con el momento en que se informan los resultados.
En contiendas reñidas, particularmente en estados en disputa, se requiere contar un porcentaje más alto de votos que aquellos con márgenes más amplios antes de que los medios de comunicación puedan presentar una decisión no oficial.
Lo que conoceremos en la noche electoral son proyecciones
Estos factores pueden llevar a tiempos de espera más prolongados para que se conozcan los resultados electorales y las elecciones. También pueden dar lugar a fluctuaciones en torno a qué candidato lidera en varios momentos durante el período de recuento de votos. Y recuerda, las declaraciones de los medios se basan en proyecciones, encuestas y estudios históricos. Por ello, te presentamos nueve claves a tener en cuenta:
Los votos, no las proyecciones, ganan las elecciones. Las proyecciones de los medios de comunicación la noche de las elecciones no son la última palabra. Los resultados electorales reales son los resultados finales certificados y verificados por funcionarios estatales mediante un minucioso proceso de controles y contrapesos. Este proceso se basa en la ley, no en conjeturas, y debe respetarse.
Es de esperar que algunos estados tarden más. Las diferentes leyes en los estados son la razón principal por la que algunos estados publican resultados no oficiales la noche de las elecciones y otros, no lo hacen. Eso tampoco significa que haya fraude o que alguien quiera ocultarte algo, sino que aplican la ley. Los resultados iniciales de Pensilvania probablemente no se conocerán hasta después de un par de días de la noche electoral debido a sus leyes sobre el voto enviado por correo.
Es mejor ser preciso que rápido. Los medios y las campañas de Harris o Trump podrían apresurarse a hacer proyecciones la noche de las elecciones, pero el proceso legal exhaustivo de verificación y certificación del voto garantiza que las elecciones en Estados Unidos sean precisas. Sabemos que el público, los medios y las campañas estamos ansiosos por saber quién ganó y quién perdió. Pero es más importante tener resultados precisos.
Los pesos y contrapesos (check and balance) protegen nuestros votos. Cada estado sigue un proceso legal para confirmar los resultados de las elecciones; estos procedimientos no son sólo formalidades, son salvaguardias rigurosas que garantizan la integridad del voto de cada uno.
El proceso electoral no terminará hasta que esté certificado. La noche de las elecciones puede darnos un adelanto, pero el resultado real de las elecciones llega una vez que se cuentan, verifican y certifican todos los votos. Así es como conocemos al ganador, sin lugar a dudas.
Los funcionarios tienen que respetar la ley. Los funcionarios electorales están obligados por ley a certificar los resultados basándose en el conteo verificado. Del mismo modo, cada estado está obligado por ley a certificar los resultados de sus elecciones. Los tribunales desempeñan un papel clave a la hora de garantizar que cualquier impugnación se resuelva de acuerdo con la ley.
Por qué es importante la certificación. La certificación no es una sugerencia, es una obligación legal. La ley exige que los funcionarios electorales finalicen los resultados basándose en el conteo verificado. Cualquier intento de interrumpir o retrasar este proceso es una falta de respeto al sistema federal norteamericano y podría ser cuestionado y probablemente derrotado en los tribunales.
Aléjate de las especulaciones. Los resultados finales se basan en recuentos de votos, auditorías y certificaciones. Las campañas que cuestionan los resultados finales tienen derecho a solicitar un recuento. Las impugnaciones electorales, si surgen, se manejan en los tribunales y deben basarse en pruebas reales, no en rumores.
Las denuncias que no se prueban, no valen. Múltiples recuentos, auditorías y casos judiciales han afirmado sistemáticamente la legitimidad de elecciones pasadas, y se aplican los mismos estándares rigurosos para 2024.
Puedes conocer más sobre cuándo se conocerán los resultados en Factchequeado, la iniciativa de Maldita.es y Chequeado contra la desinformación en Estados Unidos. Además, en Maldita.es te contamos los estados clave a tener en cuenta y los bulos y desinformaciones que circulan sobre el recuento.
