Los riesgos de cargar el móvil en puertos USB públicos y cómo protegerse

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Los riesgos de cargar el móvil en puertos USB públicos y cómo protegerse

Cada vez en más lugares públicos existen puertos USB para cargar el móvil o la batería del portátil. En el metro, los autobuses o los aeropuertos encontramos opciones para recargar, sin embargo, los expertos advierten de los riesgos de conectarnos a ellos y recuerdan cómo protegerse. De hecho, hasta la Policía Nacional ha llamado la atención sobre este riesgo en alguna de sus campañas para que la gente sea precavida.

¿Por qué no son seguros los puertos USB públicos?

“Por un puerto USB viaja la carga de energía pero también viajan datos”, indica Helena Rifà, directora del máster de ciberseguridad y privacidad de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Por eso, cuando te conectas a un puerto USB público con intención de cargar la batería de tu móvil, en realidad te estás conectando en un enchufe por el que pasan tanto datos como carga.

Rifà explica que el riesgo es que “alguien explote esa debilidad para poner un enchufe falso que apenas se note y extraer datos de los teléfonos móviles de los usuarios”. Podrías robar datos que tengas en el móvil en ese momento o incluso introducir en él algún software malicioso que te vaya robando información de lo que haces y escribes (como contraseñas) y lo mande a través del wifi a algún servidor externo, advierte esta experta.

Un puerto USB público en sí no es peligroso, ya que al hacer la obra pública se vigila que esté bien hecho. “El peligro viene cuando alguien lo manipula posteriormente, como se hace con los cajeros automáticos”, apunta Rifà.

¿Se puede detectar si un puerto USB ha sido manipulado?

Es muy difícil detectar la manipulación de las estaciones de carga, pero a veces se puede. Rifà explica que una manera de robar nuestros datos es “poner un cargador falso encima del otro con una pequeña antena wifi que envíe los datos a un servidor externo, por lo que si vemos que sobresale algo raro del puerto USB es mejor ser precavidos”.

Si usas un puerto USB público selecciona en el móvil la opción de “solo cargar”

La probabilidad de que te roben los datos del móvil al cargar en un puerto USB público cuando te conectas no es tan alta. Debe de ser un puerto manipulado y, además, “en los móviles actuales, cuando los conectas, te sale un pop-up preguntándote si quieres dar tu permiso para transferir datos o solo cargar la batería”, recuerda Rifà. Esto ya es una buena protección.

El riesgo es que muchas veces cuando usamos el móvil estamos distraídos y con prisa y podemos aceptar pop-ups sin pensar. Por eso es importante conocer los peligros y ser precavido.

Rifà: “La gente no es consciente del riesgo de conectar un USB”

La experta cree que “esta posible fuente de ataques a la seguridad y privacidad (desde los puertos USB públicos) es un problema grave, sobre todo si se tiene en cuenta que la mayoría de las personas no es consciente del riesgo de los USB, pero como tampoco se han producido ataques masivos que hayan salido en las noticias no se percibe el riesgo real”.

Rifà recuerda un experimento realizado en un campus universitario por investigadores de Google y las universidades de Illinois y Michigan en que se dejaron 297 llaves de memoria USB esparcidas en distintos lugares del campus y el resultado fue que 135 personas conectaron las que encontraron a sus ordenadores, lo que demostró que casi el 50% de los estudiantes no percibía el riesgo que conlleva una acción como esa.

¿Qué podemos hacer para protegernos?

Para evitar los riesgos que pueden venir de puertos USB públicos, Rifà recomienda lo siguiente:

Cargar los dispositivos móviles en enchufes de corriente con un adaptador de corriente a USB que llevemos nosotros mismos.Usar las tomas USB de los espacios públicos para cargar baterías portátiles USB. Una vez que tengamos la batería llena, podemos cargar nuestros dispositivos electrónicos con ella con total seguridad.Usar cables USB de solo carga. Estos cables se pueden comprar, pero también podemos convertir nosotros mismos un cable USB 2.0 que tengamos en casa en un cable de solo carga. Un cable USB tiene cuatro hilos y solo los dos del medio transportan datos, ya que las dos clavijas exteriores son las que proporcionan la fuente de alimentación de cinco voltios. Así, podemos convertir un cable USB en un cable solo de carga si deshabilitamos las clavijas interiores (las dos del medio) del conector poniendo una cinta adhesiva encima, por ejemplo.Usar lo que se conoce como condones USB. Se trata de pequeños dispositivos que se conectan a cualquier toma USB y que tienen los pines de datos desactivados. Esto permite que el dispositivo reciba energía, pero nada más.

Fuentes

Helena Rifà, directora del máster de ciberseguridad y privacidad de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

Policía Nacional

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