La rotación de la Tierra alrededor del sol define las estaciones astronómicas a través de dos solsticios y dos equinoccios. Pero no coinciden sus fechas con las de las estaciones meteorológicas. Os aclaramos las diferencias y por qué ocurre.
El Sol marca las estaciones astronómicas
Los equinoccios son los momentos en que, por hallarse el Sol sobre el ecuador, la noche y el día duran lo mismo, da igual el lugar de la Tierra donde te encuentres, y suceden del 20 al 21 de marzo (equinoccio de primavera en el hemisferio norte, de otoño en el sur) y del 22 al 23 de septiembre (equinoccio de otoño en el hemisferio norte, de primavera en el sur).
En cambio, el solsticio es el momento en que el Sol se encuentra sobre uno de los dos trópicos, dos línea imaginarias que atraviesan la Tierra a unos 23 grados por encima y por debajo del ecuador. Cuando el sol se sitúa sobre el trópico de Cáncer (en el hemisferio norte), algo que ocurre del 21 al 22 de junio, se inicia el verano en la mitad norte del planeta y el invierno en la otra. En cambio, cuando el astro llega al trópico de Capricornio (en el hemisferio sur), del 21 al 22 de diciembre, esto da pie al verano en el hemisferio sur y al invierno en el hemisferio norte. Las fechas exactas pueden variar ligeramente de un año a otro, aclara la Sociedad Española de Astronomía (SEA).
A partir del equinoccio de primavera los días empiezan a ser vez más largos que las noches. Y al contrario, tras el equinoccio de otoño las noches superan en duración a los días. Por su parte, el solsticio de invierno es el día con el día más corto del año y el solsticio del verano es el día más largo.
Las estaciones meteorológicas las marcan los meses completos por convenio
En cambio, las estaciones meteorológicas están compuestas por meses completos a partir de una recomendación de la Organización Meteorológica Mundial, "lo que facilita los cálculos y análisis climáticos", aclara a Maldita.es Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Es decir, en el hemisferio norte el otoño meteorológico comienza el 1 de septiembre y acaba el 30 de noviembre. A diferencia de las estaciones astronómicas, el invierno meteorológico empieza el 1 de diciembre, la primavera el 1 de marzo y el verano el 1 de junio. Por lo tanto, hay un desfase de unos 20 días entre las estaciones astronómicas y las meteorológicas.
“Además, en general, el frío está más ajustado al trimestre diciembre-enero-febrero que al invierno astronómico, y lo mismo ocurre con el calor y el trimestre junio-julio-agosto”, añade del Campo.