¿Por qué se ve el reflejo de un objeto en el espejo aunque haya una hoja de papel entre ellos?

Un espejo, un papel y un objeto colocado detrás del papel. Este sencillo escenario ha despertado la siguiente pregunta: “¿Cómo sabe el espejo que hay algo detrás de lo que no está reflejando?” que han planteado algunos vídeos (ver ejemplos 1, 2 y 3) que circulan en redes sociales, como TikTok y Twitter. La duda surge de la idea (ya te adelantamos que es errónea) de que el papel debería impedir al espejo reflejar el objeto.

Pero no hay ningún truco: al variar la posición desde la que miramos, el nuevo ángulo nos permitirá ver el objeto que hay detrás. La clave está en cómo se refleja en este material la luz.

¿Cómo funciona un espejo?

“Toda la sorpresa aquí viene de una idea preconcebida que tenemos las personas acerca de cómo funcionan los espejos: solemos pensar que un espejo nos muestra el mundo tal y como se ve frente al espejo (la luz que incide en su superficie perpendicularmente). Esto quizás es debido a que solemos usar los espejos para mirarnos a nosotros mismos, por lo que solemos colocarnos directamente frente a él”, pero es un error pensar que ese es el único ángulo posible, explica el maldito Michelangelo Pantaleoni, astrofísico estelar en el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).

Sin embargo, continúa Pantaleoni, en realidad un espejo nos muestra el mundo tal y como se ve desde su posición, pero no necesariamente lo que ve frente a él. El motivo es que la luz viaja en línea recta en forma de haces (rayos compuestos de muchos colores) que impactan en los objetos y rebotan. La mayor parte de los objetos reflejan la luz, pero no todos lo hacen de la misma forma.

Ese reflejo depende, entre otras cosas, del tipo de superficie. En los espejos, que tienen una superficie completamente lisa, todos los rayos de luz rebotan en la misma dirección, de forma que cuando nuestros ojos la captan, perciben la imagen exacta de los objetos reflejados.

Fuente: documento de la Universidad de Granada

La explicación de lo que ocurre en este tipo de vídeos, enmarcada en la ley de reflexión, es que, cuando la luz se refleja en el espejo, percibimos la imagen de lo reflejado desde un ángulo concreto. Si cambiamos de ángulo, vamos a ver los objetos reflejados desde otra posición.

Entonces, ¿por qué podemos ver un objeto que está detrás de otro reflejado en el espejo?

Todo esto permite que podamos ver reflejado en el espejo cualquier objeto que dejemos a su lado, aunque situemos una hoja de papel entre ambos.

Xabier García Casas, graduado en Física y en ingeniería de materiales, y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explica que al poner un objeto opaco delante de otro y mirar perpendicularmente al espejo (de frente, en un ángulo de 90º), no se observa el de detrás por una mera cuestión de ángulo de visión, pero la imagen de ambos objetos, sí se ha formado y está ahí. “Por eso, al cambiar el ángulo de visión al desplazarnos lateralmente, se empieza a ver el segundo objeto detrás del que lo tapaba”, indicó García Casas.

“Para entender lo que sucede, imaginémonos que alguien se esconde detrás de una pared, justo al lado de una puerta abierta. No lo podemos ver a través de la pared, pero si nos movemos, lo podremos ver por el hueco de la puerta, porque lo vemos de lado. Con el espejo es lo mismo, solo que mirando directamente, no se verá el reflejo del objeto porque lo tapa el papel, pero mirando de lado, sí se ve”, explica el maldito Gabriel Molina Terriza, profesor e investigador de física de la fundación científica Ikerbasque.

Es decir, al modificar nuestra posición (o la posición del móvil, si lo estamos grabando), podemos ver un objeto desde distintos ángulos porque nos llegarán otros haces de luz reflejados por el espejo. Por lo cual, no hay ningún truco en los vídeos que circulan en redes sociales: el fenómeno está explicado por la física y por el funcionamiento de la luz.

En este artículo han colaborado con sus superpoderes el maldito Xabier García Casas, graduado en Física y en ingeniería de materiales; el maldito Gabriel Molina Terriza, profesor e investigador de Física, y el maldito Michelangelo Pantaleoni, astrofísico estelar en el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).

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