A pesar de ser un compromiso de casi todos los que se sientan del centro a la izquierda en el hemiciclo, esta semana el desacuerdo de los partidos del bloque de investidura ha tumbado la reforma de la ley de seguridad ciudadana, también conocida como ‘ley mordaza’.
El martes se tenía que votar el dictamen para remitir al pleno la nueva ley y lo que se terminó de dictar en la Comisión de Interior fue su sentencia definitiva: esta legislatura no se modificará una de las leyes del Gobierno de Mariano Rajoy que más criticó la oposición pero que a estas alturas lleva ya más tiempo vigente con el Ejecutivo de coalición que con el de los populares.
¿Qué prometían los partidos?
En octubre de 2014 se celebró en el Congreso el debate de totalidad sobre la ‘ley mordaza’, sin que su aprobación estuviera en duda, puesto que el PP tenía una mayoría absoluta en la Cámara. Sin embargo, hasta nueve partidos quisieron mostrar su total rechazo pidiendo en una enmienda que se devolviera el texto al Ejecutivo: PSOE, IU, PNV, ERC, Convergencia, UPyD, Amaiur, BNG y Geroa Bai.
Las elecciones de 2015 y 2016 desterraron a unos cuantos de la Cámara pero, quienes se mantuvieron u otros actores que se incorporaron a ella como Podemos o EH Bildu, hicieron de la promesa de derogar o reformar la ‘ley mordaza’ una de sus promesas constantes.
La hemeroteca recoge declaraciones de dirigentes de todos los partidos a lo largo de todos estos años. Aunque había matices en sus posturas, PSOE, Podemos, ERC, PNV o EH Bildu han sido algunas de las formaciones que insistían en la necesidad de cambiarlo. Una necesidad que el propio Pedro Sánchez remarcó en su discurso de investidura: “El proyecto de la coalición progresista está indisolublemente unido a la libertad (…) Una noción de la libertad incompatible con la ley mordaza, por ejemplo”.
¿De dónde viene la propuesta?
Desde entonces, el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos han convivido y gobernado tres años con la ‘ley mordaza’ en paralelo a la tramitación parlamentaria de la ley que el PNV impulsó para reformarla. El proceso ha sido larguísimo -41 plazos de ampliación de enmiendas incluidas- y ha tenido no pocos altibajos.
En diciembre de 2022 parecía que el proceso se reactivaba para encarar su fase definitiva en la Comisión de Interior. Sin embargo, las diferencias que quedaban por aquel entonces no terminaron de limarse en cuatro puntos concretos que han terminado descarrilando la negociación: devoluciones en caliente, pelotas de goma, faltas de respeto a la autoridad e infracciones por desobediencia.
Para ERC y EH Bildu eran puntos insalvables que no iban a dejar pasar y, como no se modificaron, votaron en contra del dictamen junto a PP, Vox, Ciudadanos, Junts (Grupo Plural) y UPN (Grupo Mixto). El resultado final fue de 18 síes (PSOE, UP y PNV) y 19 noes, por lo que la reforma de la ‘ley mordaza’ se terminó en ese momento.
Una vez se ha confirmado el fracaso de esta reforma de la ’ley mordaza’ se ha desencadenado una ola de reacciones que pueden dividirse en tres grupos: los que le echan la culpa a ERC y EH Bildu por no apoyar el cambio, los que defienden que no iban a apoyar una “reforma light” y los que celebran que todo se haya ido a pique.
Los partidos que afean a ERC y EH Bildu su no a la reforma de la ‘ley mordaza’
PSOE. El portavoz de los socialistas en el Congreso asegura que, por su parte, han buscado el acuerdo “hasta el último minuto” y que instaban a ERC y EH Bildu -sin mencionarlos- a facilitar la aprobación del dictamen con una abstención para, después, “seguir negociando”.
En su opinión, “todo lo que hacía que la ley de seguridad se llamara ‘ley mordaza’ estaba acordado su cambio (…) Lo demás, son excusas”.
PNV. Mucho más directo se mostró Aitor Esteban, portavoz del grupo que propuso la proposición de ley para reformar la ‘ley mordaza’: “Que no haya salido hoy por el ‘o todo o nada’ tiene dos nombres propios y tiene dos responsables: Bildu y ERC”.
Esteban cifra en 36 los cambios que habían suscitado un acuerdo frente a los cuatro que han sentenciado la propuesta.
La dos postura dentro de Unidas Podemos
Dentro de Unidas Podemos esta semana se han dado dos posturas contrapuestas. Por un lado, el portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique, señalaba a su socio de coalición como principal culpable: “Si el PSOE no hace lo que hace en los Presupuestos Generales del Estado, que es remangarse para conseguir los votos de ERC y EH Bildu, es que no lo ha querido hacer”. ¿La razón que daba? “Criterios electorales”.
El diputado Enrique Santiago, portavoz morado en la Comisión del Interior, difería sin embargo de esta postura pues señalaba más a republicanos y vascos que a los socialistas: “No entendemos que se haya condenado a este país a estar un mínimo de tres, cuatro años más con la ‘ley mordaza’ en vez de haber seguido trabajando, que es lo que hemos planteado hasta el último momento”.
La posición de ERC y EH Bildu: no iban a apoyar una ‘reforma light’
ERC. Según ha explicado Gabriel Rufián, la posición de su partido ha estado clara desde el principio, con las consecuencias que ha terminado provocando si no se admitían sus exigencias: “Lo que dijimos desde el minuto uno es que esto [y señala una foto de una devolución en caliente] y esto [señala una foto de una mujer con el ojo dañado por una pelota de goma] tenía que desaparecer. Ni esto ni esto desaparece con lo que presentan PSOE y UP. Entonces no lo apoyamos. Ya está”, aseguraba en rueda de prensa.
EH Bildu. Una posición idéntica mantienen en EH Bildu, grupo que se ha negado a calificar lo que tildan de “reforma light” que no toca el “corpus represivo” de la ‘ley mordaza’. Su portavoz, Mertxe Aizpurua, lo expresaba de la siguiente manera en una entrevista en Radio Euskadi: “Si todos, desde EH Bildu al PSOE, nos comprometimos a derogar la Ley Mordaza, ¿por qué no se ha derogado? ¿Quién ha cambiado? Por nosotras no ha sido”.
PP, Vox y Ciudadanos celebran el descarrilamiento de la reforma de la ‘ley mordaza’
En el lado contrario y ajenos a estos reproches se encuentran los tres partidos que festejan el fracaso de la reforma de la ‘ley mordaza’. Cuca Gamarra lo calificó de “buena noticia”, dado que -en su opinión- la propuesta tenía un único objetivo: “Debilitar al Estado y debilitar los instrumentos del Estado para poderse defender de cualquier amenaza”.
También en Vox lo consideran “una alegría”. Ciudadanos, por su parte, argumenta que si bien la ley de Rajoy era “mala”, la reforma actual era “peor”. Por lo tanto, se dan por satisfechos.