Tras varios meses de trabajo, se publica ahora un “Estudio de las temperaturas en Tudela”. Este informe es el trabajo final de la campaña de ciencia ciudadana que voluntarios y voluntarias de Ecologistas en Acción de La Ribera llevaron a cabo durante el verano de 2024. Se tomaron como referencia veinte zonas de Tudela para medir temperaturas. El objetivo era tener una foto fija de cómo está respondiendo la ciudad ante el calor. Y conocer las temperaturas en unas zonas, a priori, bien adaptadas al calor extremo frente a otras que se supone no lo están.
En un mismo parque o en una zona se midieron las temperaturas al sol, a la sombra, tanto en los diferentes materiales del suelo como en los diferentes elementos del mobiliario urbano. Materiales como el hormigón, cemento, granito, la barandilla de un tobogán o un banco de madera, por ejemplo, fueron el objetivo de los voluntarios durante los días más fuertes de calor. Estas mediciones se realizaron incluso cada pocas horas, lográndose una fotografía fija, que se plasma ahora en este informe.
Por las mediciones tomadas se confirma que en las ciudades son necesarias zonas verdes de calidad con árboles de gran porte que mantengan la humedad y creen una buena sombra, ya que en estas zonas es donde se han recogido las temperaturas más bajas. Por el contrario, se ha constatado que el suelo de goma de los parques infantiles es el material que peor tolera el efecto del Sol, ya que es en este material utilizado en muchos parques, donde se han alcanzado las temperaturas más altas.
El cambio climático generado y acelerado por nuestro actual modo de producción y consumo, basado en el uso de combustibles fósiles, está teniendo ya desastrosas consecuencias en el medio ambiente y en nuestro día a día. La aceleración de los cambios relacionados con el clima, tanto a nivel de Navarra como en el conjunto del planeta, es ya una realidad constatable con datos y que se ha manifestado de manera evidente en los tres últimos años.
El efecto isla de calor agrava las consecuencias de las altas temperaturas en las ciudades. Llamamos isla de calor urbana al incremento de la temperatura mínima diaria, la nocturna, producido en los núcleos urbanos en comparación con la periferia o las zonas rurales adyacentes. La causa principal es la acumulación de estructuras, como edificios, aceras o asfalto, que absorben más calor y lo liberan más lentamente, al contrario que parajes naturales. A esto se suma el calor y la contaminación generada por el tráfico y la industria. Todo ello agrava las consecuencias del cambio climático en las ciudades y disminuye la calidad de vida de sus habitantes.
Esta campaña de ciencia ciudadana y el presente informe quieren servir de llamada de atención, de acicate para actuar contra el cambio climático, mejorando la salud de las personas que viven en las ciudades. Urge adaptar nuestras ciudades al calor extremo, reduciendo el efecto isla de calor, eliminando materiales que absorben mucho el calor, utilizando zonas verdes y árboles de gran porte.
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