Dos años después de la salida oficial del Reino Unido de la Unión Europea (UE), la situación con Irlanda del Norte y el mercado que aplicaba en este país seguía siendo un fleco suelto del Brexit, pero un nuevo pacto parece haber resuelto este problema. El 27 de febrero, ambas partes acordaron ampliar el conocido como Protocolo de Irlanda del Norte, en vigor desde el 1 de enero de 2021, con el denominado “Marco de Windsor”.
En rueda de prensa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, contó que en el pasado, tanto ella como el primer ministro británico, Rishi Sunak, reconocieron la dificultad entre las relaciones bilaterales entre Reino Unido y la UE, pero que estaban “comprometidos a encontrar una solución práctica para la gente y para todas las comunidades de Irlanda del Norte”.
“Hoy hemos alcanzado un acuerdo de principio sobre el Marco de Windsor (…), que establece nuevas disposiciones para el Protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte. Este nuevo Marco nos permitirá iniciar un nuevo capítulo”, anunció Von der Leyen.
Por su parte, Sunak se refirió al pacto entre la UE y Reino Unido para decir que “el acuerdo de hoy está escrito en el lenguaje de las leyes y los tratados”, a lo que añadió que “se trata de la estabilidad en Irlanda del Norte, de personas reales y negocios reales”, como recoge la nota de prensa emitida desde Downing Street.
Pero, ¿qué supone esta ampliación del pacto de Irlanda del Norte? ¿Qué amplía el marco de Windsor?
El origen del Protocolo de Irlanda del Norte: una frontera no terrestre tras el Brexit
La salida del Reino Unido de la UE dejó tras de sí una situación de incertidumbre en la isla irlandesa: Irlanda del Norte tendría que haber salido del mercado único europeo como el resto del Reino Unido, mientras que la República de Irlanda seguiría formando parte de este. Sin embargo, el miedo a volver a generar tensiones en Irlanda fue decisivo.
En declaraciones a Newtral.es, Enrique Feás, investigador principal del Real Instituto Elcano, explica que cuando un país sale de un mercado interior, “y sobre todo si es la Unión Europea”, hay que poner una aduana, “especialmente si Reino Unido quiere mantener sus propias normas en materia de aranceles, de regulaciones sanitarias, industriales, sobre el IVA…”. Es decir, autonomía regulatoria. Ahora bien “si tienes autonomía regulatoria, lo que no puedes tener, evidentemente, es una ausencia de aduana”, asevera el experto.
El contexto de la isla, no obstante, es diferente. “Se puede poner una aduana en todos los sitios salvo en uno: en el único límite terrestre que el Reino Unido tenía con Europa”, argumenta Feás, que añade que entre Irlanda e Irlanda del Norte no hay una frontera física por dos motivos esenciales. El primero, porque no hay barreras que separen a ningún país de la UE. El segundo, la eliminación de fronteras, tras los Acuerdos de paz de Viernes Santo (por los que Irlanda se comprometía a no reclamar Irlanda del Norte). “La mayor parte de los atentados del IRA (Ejército Republicano Irlandés Auténtico) se producían en la frontera. Esta te recuerda que hay dos países distintos. Lo que posibilita la paz que es la desaparición de las fronteras”, cuenta el investigador de Elcano.
Como apunta a Newtral.es Daniela Serbán, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas, con estos acuerdos se elimina, por tanto, cualquier tipo de frontera que se pueda percibir como “dura”, que incida en la idea de que hay dos estados independientes separados. “Durante más de 30 años han funcionado como un acuerdo con cierta sensibilidad, compartiendo una identidad irlandesa común”, observa la experta.
¿El problema? Con el Brexit se tendría que volver a poner esas fronteras, señala Feás, por lo que “vuelves a recordar que son dos países distintos, generar tensiones, incluso una vuelta a las armas”. Por su parte, Serbán recuerda que en Irlanda del Norte ganó el “no” al Brexit, por lo que la sociedad también rechazaba una frontera terrestre.
¿La solución? Mover la frontera al mar, entre Gran Bretaña y la isla irlandesa (en el mar de Irlanda) y, por tanto, dejar a Irlanda del Norte dentro de la UE a efectos regulatorios, de movimientos de bienes.
El Protocolo de Irlanda del Norte es, por tanto, un pacto entre Reino Unido y la UE, que la Comisión Europea define como “una solución estable y duradera concebida para proteger la economía de toda la isla y el Acuerdo del Viernes Santo en todas sus vertientes, así como para salvaguardar la integridad del mercado único de la UE”.
¿Qué es el Protocolo de Irlanda del Norte y por qué generó tensión entre la UE y Reino Unido?
Como recoge la Comisión Europea, el 24 de enero de 2020 se firmó el Acuerdo de Retirada del Brexit junto al Protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte, que comenzó a aplicarse también el 1 de enero de 2021.
Como explica Feás, cuando un bien pasa a Irlanda desde Irlanda del Norte, donde no hay frontera, empieza a circular libremente por todo el mercado único. “Por tanto, se necesita que haya las mismas normas, ya que sino sería un coladero”, matiza el investigador, que señala que “lo que va de Irlanda del Norte a Reino Unido, da más igual, pero el problema aparece con lo que va de Gran Bretaña a Irlanda del Norte”.
El pacto fue firmado por el exprimer ministro de Reino Unido Boris Johnson, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Sin embargo, las relaciones se tuercen cuando Johnson afirma que no se va a aplicar y aprueba una ley de mercado interior por la que los ministros podían cambiar la legislación de Irlanda del Norte, es decir, “saltarse un tratado internacional”, recuerda Feás y recogió The Guardian. La profesora de Comillas señala, además, que los productos británicos perdieron competitividad al ser enviados a través de controles hacia Irlanda del Norte.
Además, como señala Feás, como Irlanda del Norte está dentro del mercado único a efectos de bienes, “el intérprete último de cualquier discrepancia tiene que ser el Tribunal de Justicia de la UE, es el único que puede juzgar en última instancia el cumplimiento de la normativa comunitaria”. De hecho, Serbán explica que en más de una ocasión desde Bruselas han llamado la atención a Reino Unido por incumplimiento del acuerdo.
Por tanto, el Protocolo de Irlanda del Norte ha sido el protagonista en numerosas ocasiones de las tensiones entre la UE y Reino Unido. Con la llegada de Sunak al número 10 de Downing Street, se retoman las conversaciones hasta llegar al nuevo marco de Windsor.
¿Qué supone el nuevo marco de Windsor?
El 26 de febrero, la Comisión Europea informó del viaje de Von der Leyen a Reino Unido con el objetivo de culminar personalmente un pacto con el que poner fin a las tensiones entre ambas partes por el Protocolo de Irlanda del Norte. Un día después, tanto la presidenta del organismo europeo como Sunak anunciaron la firma por la que se actualizaba el pacto a través del Marco de Windsor.
Con el protocolo actualizado, uno de los principales cambios se da en el comercio, donde se abren dos carriles que van desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte, como explican los expertos consultados y detalla el dirigente británico en un tuit: un carril verde, que va sin control y corresponde a los bienes destinados a Irlanda del Norte; otro carril rojo, destinado a la República de Irlanda –o al resto del mercado europeo–, que se somete a inspección.
¿Cómo se garantiza que lo que llega a Irlanda del Norte no cruza luego la frontera sin aduanas? Con controles, etiquetados, una lista de exportadores de confianza autorizados y, enumera Feás, algo que antes no se quería hacer, un intercambio permanente de información aduanera.
¿Qué más cambia? Como detalla Feás, la solución reside en la aplicación de la propuesta que habían hecho, como la simplificación en asuntos como las mascotas (para que los dueños puedan viajar a Gran Bretaña con ellas gratis y sin controles exhaustivos) o la aplicación del IVA en determinados bienes.
No obstante, sobre este último aspecto, el experto destaca que “no puede haber dos IVAs distintos, ya que sino podría haber situaciones de arbitraje”. ¿Qué se modifica entonces? En Irlanda del Norte se aplicaba el IVA europeo, pero ahora se permite, solo para algunas cosas (como alcohol para consumo inmediato, bombas de calor o paneles solares, entre otros). Son concesiones menores que, para el experto, “no son tan importantes en términos cuantitativos”.
En conclusión, asegura Serbán, el pacto firmado el 27 de febrero por la UE y Reino Unido aporta mayor flexibilidad al mercado interno y ofrece la posibilidad de enviar productos británicos a precios más bajos.
Fuentes
Enrique Feás, investigador principal del Real Instituto Elcano
Daniela Serbán, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas
Comisión Europea
Gobierno de Reino Unido