Retrasos, menos casaciones y reemplazos temporales, las consecuencias de la falta de jueces

La cuenta de los jueces que faltan en diferentes órganos judiciales no deja de crecer. En total, los nombramientos pendientes llegan a 72 a finales de 2022: faltan 19 jueces en el Tribunal Supremo, 32 en tribunales superiores, 20 en audiencias provinciales y uno en la Audiencia Nacional, como recogió la Agencia EFE y como afirman desde el gabinete de comunicación del Consejo General del Poder Judicial.

Aunque depende de cada órgano, los expertos consultados por Newtral.es apuntan a que esta falta de nombramientos podría retrasar las sentencias y empeorar la calidad del servicio judicial, sobre todo por las vacantes en el Tribunal Supremo. En este caso, en 2021 ya había 11 plazas sin cubrir, que aumentaron a 19 en 2022.

Ya en octubre de 2021 el Supremo advirtió de que con las vacantes que había, más las que preveían para 2022, habría 1.000 sentencias menos al año y más retraso en los tiempos de respuesta. Una situación que ha empeorado con las tres nuevas vacantes del Tribunal Supremo hasta alcanzar las 19 ya mencionadas, con lo que ya suponen casi una cuarta parte de la plantilla de 79 magistrados.

La falta de jueces en el Tribunal Supremo implica 1.000 sentencias menos al año

Para Javier Tajadura, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco, estos nombramientos pendientes en la Justicia española implican que “haya una reducción del trabajo que llevan a cabo, con retrasos, lo que hace que el servicio judicial tenga menor calidad”.

Tal y como explica Tajadura, el Tribunal Supremo es un órgano de casación, por lo que una de sus funciones es la de unificar doctrinas. Esto significa que es el órgano que se encarga de decidir cómo se tienen que aplicar las leyes en el caso de que haya discrepancias entre órganos judiciales autonómicos o provinciales, como ha sucedido recientemente con la ley del ‘solo sí es sí’. 

“Con la falta de jueces en sus salas, es más complicado que lleven a cabo su función rápidamente”, afirma Tajadura. Y añade: “Mientras el Tribunal no unifique una sentencia penal, por ejemplo, el resto de audiencias provinciales o tribunales autonómicos están pendientes de la resolución, aunque esto no impediría la aplicación de una ley”.

La falta de jueces no solo afecta a esa función del Tribunal Supremo, también cambia los tiempos de las sentencias que han sido recurridas y están esperando la resolución del órgano para avanzar. El catedrático de la Universidad del País Vasco pone un ejemplo de derecho bancario, en el que ha habido una denuncia a un banco y un particular está esperando una retribución tras la sentencia. “Hasta que no se resuelva, la entidad bancaria no estaría obligada a pagar”.

Las presidencias de las salas también están afectadas por el retraso en los nombramientos

Lorenzo Cotino, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia, explica que “si las vacantes afectan a presidencias de las salas, ya sea porque alguien fallece o se jubila, el órgano judicial escoge a alguien entre las personas que ya están dentro”.

No obstante, por mucho que la falta de jueces en las presidencias de las salas se cubran con otros magistrados, Cotino apunta a que “no hay un liderazgo fijo y claro, son cargos que se ocupan de forma accidental, por lo que la jurisprudencia no está tan marcada”.

En el caso de la falta de jueces en las audiencias provinciales o tribunales superiores de las diferentes autonomías, señala que “es más sencillo que haya una sustitución rápida”.

Cómo evitar la falta de jueces

Tanto Tajadura como Cotino apuntan a dos vías para solucionar la falta de jueces en los órganos afectados, pero la premisa es la misma: en el caso del Tribunal Supremo solo pueden ser designados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

“O se elimina la ley que imposibilita al CGPJ hacer nombramientos una vez su mandato ha caducado −aunque esté dentro de sus funciones constitucionales nombrarlos− o se renueva el órgano”, asegura Tajadura. Cotino apunta en la misma dirección, y añade que “en el momento en el que se renueve el CGPJ y designe a todos los magistrados que faltan va a haber una distribución de poder muy grande en poco tiempo”.