Roturas del ligamento cruzado de la rodilla en año de Mundial: el 25% de las mejores futbolistas sufren esta lesión

A escasos días de la Eurocopa de Inglaterra 2022, la futbolista Alexia Putellas sufría una rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que alertó a la selección española y al FC Barcelona. La intervención suponía una baja de entre diez y doce meses, perdiéndose una temporada completa, y despertando las dudas sobre su estado para el próximo Mundial de Australia y Nueva Zelanda que se disputa en julio. Tres días después, la delantera francesa Marie-Antoinette Katoto vivía la misma situación que su compañera. 

En esa Eurocopa destacó Beth Mead, delantera del Arsenal que fue elegida mejor jugadora tras ganar la Bota de Oro como máxima goleadora del torneo. El evento le sirvió para ser elegida como segunda mejor jugadora del mundo en el Balón de Oro 2022, por detrás de la propia Alexia. En noviembre, con el regreso de la competición, la futbolista se rompía el ligamento cruzado de la rodilla. Semanas después, lo hacía su compañera Vivianne Miedema. 

Alexia Putellas al recoger su segundo Balón de Oro. (EFE)

España, Países Bajos, Inglaterra o Francia viven con inquietud la recuperación de sus grandes estrellas, que trabajan a contrarreloj para estar de vuelta antes de verano. Junto a la brasileña Catarina Macario (Lyon), se trata de cinco de las diecisiete mejores del mundo según el ranking del último Balón de Oro. 

En la lista del Balón de Oro también aparecen Ada Hegerberg (7) y Lucy Bronze (10), elegidas en 2018 como mejor jugadora del Mundo y de Europa respectivamente, y que posteriormente vivieron una odisea para recuperarse de sendas lesiones de rodillas. Una situación similar a la que vive actualmente una de las mejores futbolistas estadounidenses de la última década, Christen Press, dos veces campeona del Mundial. 

Ligamento cruzado anterior (LCA): las futbolistas se lesionan más que los hombres

Con este contexto tan desfavorable para las futbolistas de élite se ha reavivado el debate sobre el cuidado de las mujeres futbolistas en el deporte, especialmente ante la ausencia de investigación y ciencia detrás de su preparación física y en concreto para evitar roturas del ligamento cruzado anterior. La anatomía específica y las hormonas son consideradas en la mayoría de los estudios las dos claves de esta diferenciación respecto a las lesiones en los hombres. 

Analizar las causas posibles y prevenir este tipo de lesiones se han convertido en una obsesión para el Dr. Ramón Cugat, Traumatólogo y Jefe de Servicio del Instituto Cugat y Presidente de la Junta Médica de la Mutualidad de Futbolistas. «Aparte de factores biomecánicos y hormonales, hay un trabajo de preparación física y prevención de lesiones que es indispensable y que no se aplicaba en el fútbol femenino”, dice en un informe que analiza datos de 2015 a 2021. 

En dicha investigación realizada en Cataluña, el Dr. Cugat concluyó que las mujeres se lesionan entre 1,5 y 3 veces más que los hombres. Además, recalca que, representando tan solo un 9% de los futbolistas de la Comunidad, las mujeres constituían un 20% de las operaciones de ligamento cruzado anterior. «Esto nos demuestra la magnitud del problema y el gran riesgo de lesión que sufren las jugadoras», concluía. 

Lesión del ligamento cruzado de la rodilla: la influencia del entorno

Aunque la teoría ha radicado en esas diferencias biomecánicas y hormonales, algunos especialistas han empezado a investigar los factores extrínsecos. En British Journal of Sports Medicine, tres analistas de género publicaron un estudio en 2021 en el que incidían en la influencia del entorno o, como lo llaman, factores extrínsecos como instalaciones, preparación del cuerpo técnico, equipamiento y estructuras médicas para la rehabilitación. 

Según las autoras, habiendo analizado diferentes informes, concluyen que en los últimos veinte años no ha cambiado el ratio. “Se reduce el riesgo de lesión a hormonas, anatomía o fisiología, lo que por lo general infra representa la raíz de la causa de esta lesión que está directamente relacionada con las diferencias en el entorno, incluyendo la experiencia en el entrenamiento y el deporte”, lamentan. 

“Cambiando el foco del riesgo de los cuerpos al entorno de juego, estamos mejor posicionados para entender la interacción entre los factores de riesgo y el desarrollo que puede cambiar sistemáticamente el panorama de lesiones de las mujeres en el deporte”, explican, recalcando la influencia sociocultural de entrenadores, padres y deportistas. “Proponemos la adición del género como un entorno persuasivo”, insisten. 

La segunda mejor jugadora según el Balón de Oro, Beth Mead, en una imagen de archivo con el Arsenal | JASON IIAGAN SHUTTERSTOCK

El calendario, cada vez más cargado de partidos para las futbolistas

El desarrollo de las mujeres en el fútbol ha supuesto la profesionalización de las competiciones y del entorno en el que trabajan. Este crecimiento exponencial ha propiciado la puesta en marcha de un modelo que se asemeja cada vez más al ámbito masculino. Por ejemplo, la Champions League ha pasado de ser una competición de tres rondas a tener una fase de grupos previa que abarca a más equipos del continente, sumando seis partidos europeos a cada una de las jugadoras que disputan esta competición. 

Entre las modificaciones de la UEFA y las de la FIFA, las futbolistas de primer nivel han ido aumentando la carga de partidos y de trabajo semanal de manera muy drástica. En el ámbito de las selecciones nacionales, los equipos siguen inmersos en un ciclo de tres años en los que se ha disputado consecutivamente Juegos Olímpicos, Eurocopa y Mundial. 

En la última convención de la FIFA, el presidente Infantino volvía a insinuar la posibilidad de que las mujeres disputen el Mundial cada dos años, en lugar de cada cuatro. Además, anunció la creación por primera vez del Mundial de Clubes, que enfrentará a los mejores equipos, la expansión de los Juegos Olímpicos y la adaptación de la Nations League para 2025. 

El debate sobre el cuidado de las futbolistas está sobre la mesa, con una suma considerable de entrenamientos, viajes y partidos que les asemeja de manera muy rápida a lo que lleva sucediendo en el fútbol para los hombres de manera más progresiva. Además, desde 2019 hasta 2025, solo se habrá producido un año de parón para las internacionales, 2020, con motivo de la pandemia.