1 year ago
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¡Feliz sábado, malditos y malditas! La historia del Tech en un clic de hoy da para una temporada entera de Black Mirror. La semana pasada os adelantamos que hablaríamos de un tema importante que teníamos entre manos. Después de leer tropecientos artículos, ahondar en varias webs hasta el fondo de la letra pequeña y preguntar a los mejores expertos, aquí está el análisis de Maldita Tecnología sobre Worldcoin.
Si no sabes lo que es eso de Worldcoin, después de leer esto no lo vas a olvidar. Atención que en la trama participan un montón de términos tecnológicos: blockchain y tokens, inteligencia artificial, biometría, identidad digital, y privacidad y protección de datos. Y sí, es un tema importante porque puede afectarnos directamente si nos topamos con ello en un centro comercial, así que lo mejor es tener toda la información posible en nuestro haber. ¿Vivimos en una distopía cyberpunk? Puede ser.
Un orbe, dos ojos, un escaneo del iris y una criptomoneda
Imagina que en estos días de verano te refugias del calor en un centro comercial y, en uno de sus pasillos, te encuentras un puesto en el que te dicen que te darán dinero (en concreto, criptomonedas) a cambio de escanear tu ojo en tan solo un minuto (es decir, de hacer un reconocimiento biométrico del iris, aquí tienes en qué consiste). Cuando preguntas los motivos, te explican que la idea es crear un sistema global de identificación digital para evitar que las inteligencias artificiales se puedan hacer pasar por humanos, y para que todo el mundo tenga acceso a la economía global y a una renta básica universal.
Ya advertimos que parecía ciencia ficción, pero no lo es: esto es Worldcoin, un proyecto lanzado (oficialmente) el pasado 24 de julio de 2023. Detrás está un nombre que nos suena por aquí: Sam Altman, CEO de OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT. Y sí, en esos puestos hay unas esferas futuristas que escanean el iris, llamadas orbes, que ya están desplegadas en centros comerciales de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca, y pronto llegarán a Sevilla y Valencia.
¿De dónde viene esta idea? ¿Cómo funciona? ¿En qué países se ha lanzado? Tienes todos los detalles aquí bien desmenuzados y te animo fervientemente a que leas el artículo porque en unos párrafos es imposible de explicar todo, pero te adelanto algunos datos. Worldcoin ya tiene orbes en 34 países (en su Twitter les ves dando la vuelta al mundo) y más de dos millones de personas ya han escaneado su iris. En España, unas 150.000. Cuando escaneas tus iris, a cambio recibes la criptomoneda de Worldcoin, que al cambio significa unos 45 euros.
Ceder o no ceder datos biométricos, ¿es esa la cuestión?
La otra pregunta que esperamos que te estés haciendo como lector de Maldita Tecnología es… pero, un momento, ¿¡y qué pasa con mis datos si escaneo mi iris?! Lo hemos analizado con la ayuda de los expertos Elena Gil y Jorge Louzao, maldito que nos dona sus superpoderes.
Si nos registramos en uno de estos orbes se creará un código de iris único que ya no podrá ser borrado, es decir, estará “para siempre” en esa base de datos de Worldcoin. Por otro lado, hay que saber que Worldcoin no solo escanea el iris, también toma imágenes del cuerpo y la cara y datos del latido del corazón y otros signos vitales. Lo que hagan con esos datos dependerá del consentimiento que les demos, aquí tienes los detalles. Ojo (nunca mejor dicho) con lo que aceptamos, porque en uno de los escenarios se permite que todos esos datos se guarden y compartan con terceros.
En la web de Worldcoin vienen los términos y condiciones, la política de privacidad y todo detalladísimo, pero esto no ha evitado que ya haya cinco países ojo avizor: Alemania, Francia, Reino Unido y Argentina están analizando el tema de la privacidad y la protección de datos, y en Kenia directamente han suspendido la actividad de Worldcoin. Una investigación ya advirtió hace más de un año, cuando el proyecto estaba en fase beta, de algunas cosas que hacen arquear la ceja: el proyecto había recopilado datos biométricos sensibles de personas vulnerables, como en pueblos de Indonesia, mediante prácticas dudosas, a cambio de regalos y sin que estas personas estuvieran debidamente informadas.
Sea con Worldcoin de por medio o en otra situación, la pregunta es si hay riesgo en facilitar nuestros datos biométricos, en este caso de nuestro iris. Aquí lo desarrollamos: son datos de carácter sensible, no se pueden modificar y si alguien se hace con ellos (lo cual no es imposible porque estos sistemas pueden tener brechas de seguridad) quedarían inservibles. También sobrevuela la idea de que se puedan usar para implementar un sistema de vigilancia masiva.
En cualquier caso, lo mejor siempre es tomar decisiones conscientes con toda la información en la mano, así que si te encuentras con un orbe este verano, espero que estos artículos te hayan sido útiles para formarte tu propia opinión. Y, ya sabes, si te quedan dudas, ¡escríbenos a [email protected]!
En cinco bits
- Una novela de tramas locas que recuerda a Worldcoin. Esto no puede ser una newsletter veraniega en condiciones si no se recomienda un libro, así que ya tocaba. A nuestro compañero Pablo Hernández, después de leerse todos los temas sobre Worldcoin, le ha venido a la mente la novela QualityLand de Marc-Uwe Kling. Nos dice que “habla de un un posible futuro con mucha inteligencia artificial, y entre chistecillos y tramas locas te va exponiendo problemas que puede generar la IA”. Para pasar un rato divertido, que nunca sobra eso.
- Vio Barbie pero no posó de rosa para Vogue. Esta semana han vuelto los bulos en forma de imágenes generadas con inteligencia artificial. Le ha tocado al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, del que se ha compartido una imagen supuestamente como portada de la revista Vogue y con un outfit que bien le valdría para haber ido a ver Barbie (pero al cine fue así). Fuera bromas, el asunto en realidad no tiene ninguna, pero ninguna gracia, porque la imagen se difunde acompañada de comentarios homófobos. Kenough!!!
- Sigue la huelga en Hollywood y sigue la IA. El parón de intérpretes y guionistas en la meca del cine acumula días y las cámaras siguen apagadas y los guiones sin ser redactados. Hemos analizado los motivos relacionados con la inteligencia artificial que suman a esta protesta: algunos artistas denuncian que los estudios están usando su imagen personal sin su consentimiento y varios escritores avisan de que parte de su trabajo se verá sustituido por chatbots. ¿Y el rédito económico de que las IA sean entrenadas con sus datos? Pues eso.
- Si usas Zoom, haz zoom a sus Términos y Condiciones. La plataforma de videollamadas Zoom ha modificado sus Términos y Condiciones y, a partir de ahora, usará los datos generados por los usuarios para entrenar a algoritmos de inteligencia artificial. Es un imperativo, ni pagando puedes escaparte. Se lo hemos leído a Derecho de la Red.
- El espejismo de la libertad de expresión de Musk. Como prometimos la semana pasada, hoy no hemos hablado del cambio del pájaro azul a X, así que cerramos el pico. Pero sí hay que repasar las contradicciones de Elon Musk con la libertad de expresión a raíz de un par de cosas que han pasado estos días. Hemos recogido las veces en que el empresario no defendió en Twitter el derecho que él mismo reivindica para la plataforma, y otras polémicas en Tesla, ataques contra periodistas y hasta cuando llamó pedófilo a un submarinista por criticar uno de sus diseños.
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