¡Feliz sábado, malditas y malditos! Aunque se empieza a ver un poco la luz, en Maldita.es seguimos hasta arriba con bulos, desinformaciones y conspiraciones sobre la DANA. Van más de 100 y no paran, no paran. Hoy analizamos más a fondo el papel de las redes sociales en no detener ni concienciar sobre este aluvión, y también el debate en torno a abandonar o no Twitter (ahora X). ¿Esa es la cuestión?
La inacción de las plataformas contra la desinformación sobre la DANA
La semana pasada te contamos que en TikTok hay más de 100 vídeos que suman más de 120 millones de reproducciones que viralizan desinformaciones sobre la DANA en España. Esos son solo los más vistos; hay muchísimos más. Tres semanas después, ahí siguen publicados sin que la red social haga nada, como hemos mostrado en este vídeo (aquí en Instagram y aquí en TikTok, por si lo quieres compartir).
Como te adelantamos, esto pasa en TikTok, pero también en el resto de plataformas y redes sociales, cuya reacción ha sido insuficiente. Lo investigamos en este informe, y lo hemos desbrozado en este artículo que te contamos resumido.
TikTok. En teoría, dice no permitir la desinformación “que pueda provocar el pánico sobre una situación de crisis o emergencia”, pero hay cientos de vídeos con mensajes falsos publicados y viralizándose, y ninguno tiene etiquetas de ‘Contenido no verificado’. Lo que sí ha hecho TikTok es habilitar un mensaje específico que aparece cuando hacemos una búsqueda relacionada con la DANA, que anima a informarse en “ fuentes confiables”.
X/Twitter. Las Notas de la comunidad y las etiquetas de ‘Mantente informado’ no están logrando hacer frente a toda la desinformación sobre la DANA. No hay ni una de esas etiquetas en las publicaciones revisadas. Además, detectamos una serie de bots, muchos de ellos de la India, que publicaban y respondían masivamente a tuits sobre la DANA, multiplicando la desinformación.
YouTube. Recomienda publicaciones con desinformación directamente en los resultados de búsqueda. Si buscamos ‘HAARP Valencia’, nos recomendará vídeos sobre esta teoría de la conspiración. Si escribimos ‘Cruz Roja DANA’ en el buscador, los dos primeros resultados son vídeos que amplifican las narrativas desinformadoras sobre la ONG. Además, el etiquetado de contenido sintético falla.
Meta. Cuenta con un programa de verificación externo, pero han circulado bulos en historias de Instagram en forma de plantillas, que no permiten incluir las etiquetas de ‘Información falsa’ de Meta, y en WhatsApp, con cadenas que desinforman. Por ejemplo, recibimos más de 550 mensajes sobre una cadena que advertía de no abrir unas fotos de Pedro Sánchez porque podían hackearte el teléfono, y es un bulo.
LinkedIn. Su política es eliminar el contenido falso o inexacto, pero a través del buscador podemos encontrar fácilmente bulos sobre la DANA; además publicaciones de distintos países.
Telegram. En los canales públicos más populares de esta plataforma han circulado narrativas desinformativas sobre las inundaciones y el manejo de la crisis. Telegram no ha tomado acciones específicas sobre la DANA, y tampoco menciona en sus normas de la comunidad la desinformación dañina ni cuenta con herramientas como el límite al número de reenvíos de los mensajes o etiquetas de “reenviado muchas veces”.
Superpropagadores de bulos
En estas redes sociales, muchos de los agentes que tienen un papel crucial en la creación y difusión de desinformaciones son los “superpropagadores”. Esto que suena a superpoder no es una buena noticia si se usa para el mal. Se trata de cuentas con una gran influencia y un gran número de seguidores capaces de “contagiar” a las audiencias con mensajes poco fiables y un lenguaje tóxico.
Para convencer se presentan como personajes poseedores de la verdad, que se atreven a contar lo que los otros no, y ofrecen una versión alternativa a la oficial que, según ellos, sí te debes creer. Una de las técnicas que suelen usar es agrupar distintos temas. Por ejemplo, vinculan la DANA con otros bulos sobre los inmigrantes o las ONG. Lo juntan todo y crean un entorno donde todas esas narrativas coexisten. Así es más fácil confundir, sembrar el caos y que acabes creyéndolo todo. Todo esto tiene mucho peligro, porque cuando difunden bulos los legitiman entre sus seguidores y tienen muchísimo impacto.
Muchos de estos superpropagadores están en X, donde tienen un bonito tic azul que les da una falsa sensación de credibilidad y les posiciona mejor en la plataforma.
Salir de Twitter y a dónde ir
Si juntas lo que te acabo de contar con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y el poder creciente que le está dando a Elon Musk, dueño de X (que ha desinformado y puesto la red social al servicio de su campaña), y cómo está derivando definitivamente esta plataforma a un lugar donde la desinformación y el odio campan a sus anchas, te sale una pregunta a la que ha llegado mucha gente estos días: ¿merece la pena seguir en X, que se parece cada vez menos al primigenio Twitter?
Por eso, si eres (o eras) tuitero, ya has visto estas semanas que ha habido otra llamada multitudinaria a abandonar la red social y migrar a otras plataformas. Hay dudas y dilemas. Nadie tiene claro a dónde ir, como canta Viva Suecia, pero en Maldita.es, creemos que los medios de comunicación y, en particular, los que nos dedicamos al fact-checking, no podemos irnos: X es un gran campo de batalla contra la desinformación, donde entonces solo quedarían desinformadores activos que influyen sin barreras sobre una gran cantidad de gente que no abandona la plataforma. En este artículo desarrollamos la situación actual de la desinformación en X y cómo se usa en una estrategia que va más allá del bulo aislado, hasta narrativas que calan y suponen un riesgo para la sociedad.
Si tú no eres periodista ni fact-checker, sino que eres un ciudadano libre y feliz y te planteas irte de X, pero no quieres renunciar a estar en una red social de microblogging (publicaciones de unos pocos caracteres), te dejamos, en tres bits, las tres que más suenan. No decimos que sean la panacea, claro; en ellas también puede haber (y hay) desinformación. Ya sabes, en cualquier red social, no te creas todo lo que ves, frena, usa el sentido común e infórmate.
En tres bits
Mastodon. La alternativa por antonomasia a X; antes siempre era la primera en sonar cuando se hablaba de migrar. La recomiendan especialistas en privacidad, está descentralizada y pertenece al fediverso. Se organiza en instancias o nodos, la clave del asunto, y cada instancia tiene sus propias normas, su equipo de moderación, sus requisitos de acceso y su infraestructura para poder alojar sus usuarios y su contenido. Te explicamos cómo abrirse una cuenta y cómo usarlo.
Bluesky. Es una red social de microblogging descentralizada (en cierto modo, no del todo) y dentro se puede organizar en algo parecido a las instancias, que aquí se llaman feeds. En aspecto y uso es muy parecida a X, como te contamos aquí. Es la que más ha sonado estos días, siendo trending topic en X en varias ocasiones, y ha conseguido atraer a muchos usuarios (como un millón en 24 horas). A ver si finalmente el pájaro azul se metamorfosea en mariposa (y no en perro).
Threads. Esta es la alternativa de Meta. De nuevo, parecidísima a X, también podemos añadir enlaces, imágenes, vídeos… Lo de siempre, pero en este caso aparece integrada dentro de Instagram y facilita conectar con los usuarios que ya tengas allí. Aquí te contamos más sobre Threads y el follón que hubo para lanzarla en la Unión Europea por no cumplir con las normativas en protección de datos. Ahora crece a un ritmo bastante alto (en dos semanas, mismo número de registros que tiene en total Bluesky, y más de un millón al día).
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