Usar multitudes como armas en redes sociales: una táctica que se repite en Brasil

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El asalto a las instituciones en Brasil del 8 de enero no nació en las redes sociales o de mensajería, aunque el uso de las masas a través de estas fue un elemento clave. La táctica de dirigir a multitudes a través de plataformas se repite después del asalto al Congreso de Trump el 6 de enero de 2020 en Estados Unidos. 

Lupa y Aos Fatos, dos organizaciones dedicadas a la verificación de la información en Brasil, pudieron comprobar cómo mensajes en los que se llamaba a gente a ir a la explanada donde se ubican las sedes de estos tres poderes y pedir a los militares que den un golpe se multiplicaban en grupos de Whatsapp desde días antes del intento de golpe. La mayoría de los grupos de WhatsApp estudiados estaban activos desde mayo o julio, según indican a Newtral los científicos de datos de Palver, la compañía que realizó el estudio. 

Aunque los mensajes incitando al asalto se reprodujeron en todo tipo de redes sociales en Brasil, aquellos con retórica más violenta y los que se utilizaron para la organización directa del golpe circularon a través de Telegram. La red de canales de esta aplicación utilizados por grupos extremistas afines a Trump para convocar el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2020 en Estados Unidos, fue llamada entonces Terrorgram.

“Los nuevos líderes de tinte fascista, sean trumpistas o bolsonaristas, intentan refinar, mediante la repetición, la táctica de usar multitudes como armas en intentos de golpes de estado”, dice Chad Loder, analista OSINT que tuvo un papel activo para identificar a los asaltantes al Capitolio en conversación vía Signal. 

«Los nuevos líderes de tinte fascista, sean trumpistas o bolsonaristas, intentan refinar, mediante la repetición, la táctica de usar multitudes como armas en intentos de golpes de estado» (C. Loder)

El investigador cree que “básicamente seguirán intentando nuevas variaciones de la marcha sobre Roma de Mussolini. Están organizando y dirigiendo a las masas a través de plataformas de redes sociales que ellos piensan que les protegen de responsabilidad legal. Y probablemente estén en lo correcto”, añade. 

Los mensajes en redes sociales que llamaron al golpe en Brasil

“Llevar equipo como cascos, guantes, chalecos, máscara de gas y gafas de natación contra el efecto de los gases”, dice uno de los textos recogidos por Lupa, quien cita los datos de más de 17.000 grupos de WhatsApp, recopilados por la compañía de ingeniería y ciencia de datos Palver. Los mensajes indicaban que los niños y ancianos no debían participar en los “días de confrontación” y llamaban a las personas que tienen armas a la acción.

También había instrucciones claras de “no salir del Congreso”. Entre los mensajes más agresivos, había menciones a la película «V de Vendetta» y hasta la sugerencia de «explotar Brasilia», publicada por un número de teléfono de Pará. 

Captura de un video que incitaba a tomar las instituciones en Brasil

Aos Fatos encontró una serie de mensajes de WhatsApp compartidos desde el martes 3 llamando a “camioneros, agricultores, dueños de armas”, entre otros partidarios de Bolsonaro, a “desenterrar todas las ratas que tomaron el poder”. Entre ese día y el sábado 7 se encontraron más publicaciones que sumaban cientos de miles de visitas en plataformas como TikTok, Kwai (una aplicación móvil china competidora de TikTok popular en Brasil), Facebook, Instagram y Telegram. Las publicaciones virales en TikTok y Kwai se extendieron a otras plataformas, como Facebook e Instagram, donde también las vieron miles de usuarios. Publicado el viernes 6, el post más popular alcanzó 820.000 vistas y 48 mil compartidos el domingo, día del asalto. 

Según publicó O Globo, un texto pedía ocupar también los edificios del ayuntamiento y otras administraciones del estado. “Quienes no puedan ir a Brasilia, deben ir a las alcaldías, ayuntamientos, sedes de los Gobernadores de cada estado, y deben entrar todos juntos, no entren en grupos pequeños para no ser atacados por guardias de seguridad o policías, para ingresar a estos lugares, asegúrese de que haya suficiente gente para invadir todos los espacios”, decía una parte del mensaje.

Festa da Selma y BrazilianSpring

“Festa da Selma” fue uno de los códigos que utilizaron los golpistas desde días antes del asalto al Gobierno en Brasilia, según Agência Pública. En lo que sería la traducción de “Fiesta de la Selva”, cambiaron la “v” de “selva” por una m para evitar llamar la atención de las autoridades. Los mensajes en se difundieron por Twitter, donde el perfil más activo había sido creado en noviembre de 2022 y según la herramienta Botometer, muestra signos de automatización. Entre los perfiles que compartieron el llamado a la invasión había perfiles verificados con una cuenta de pago de Twitter, Twitter Blue. 

El hashtag de “Festa da Selma” se utilizó en redes sociales en Brasil junto a otro, #BrazilianSpring, una expresión cuyo creador es Steve Bannon. El 1 de noviembre, el ex estratega de Trump comentó la derrota de Bolsonaro en las urnas. “Mi pregunta es: ¿es este el comienzo de la primavera brasileña? Porque el pueblo se está levantando y él no concedió [no aceptó el resultado]”, dijo. Mientras Bannon decía esto, en al menos 23 estados brasileños había bloqueos de carreteras por parte de conductores de camiones negacionistas de las elecciones

El término “Brazilian Spring” se repetiría en sucesivos episodios del programa en los días siguientes antes de saltar a Twitter convertido en hashtag, junto con #BrazilWasStolen que hace referencia al falso fraude electoral. 

Estas foram as contas mais referenciadas usando a expressão "Festa da Selma" até seis horas atrás durante a baderna toda e antes de o noticiário começar a relatá-la. pic.twitter.com/Z4Azd5tT1W

— Marcelo Soares (@msoares) January 9, 2023

WhatsApp y las elecciones en Brasil

Los videos y carteles que llamaban a golpistas a tomar las sedes de Gobierno se reprodujeron en redes sociales en Brasil, pero sobre todo a través de grupos de mensajería, que escapan a la verificación y a la mirada pública por ser privados o más cerrados. WhatsApp en Brasil tiene 108.400 millones de usuarios según datos de 2022. Su uso es mayoritario entre bolsonaristas: un 81% de sus incondicionales usan esta aplicación, según un estudio de 2018 del Instituto Datafolha, frente al 59% de los electores del candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad. 

Seis de cada 10 seguidores de Bolsonaro utilizaban WhatsApp para informarse, o eso creían, porque no lo estaban haciendo. El mismo estudio de Datafolha analizó 1.339 mensajes enviados y encontró que un 97% de las historias compartidas por los seguidores de Bolsonaro eran falsas o distorsionadas. 

Esta plataforma ya había sido utilizada en 2014 para intentar interferir en un resultado electoral en Brasil contra Dilma Roussef, que se jugaba la reelección. En la campaña de las siguientes elecciones se conoció que empresarios pro Bolsonaro habían pagado contratos de hasta 12 millones de reales (algo más de 2,8 millones de euros) para hacer envíos masivos de WhatsApp con mensajes favorables a Bolsonaro para manipular al electorado a diez días del fin de los comicios. 

La reacción de las redes sociales ante el asalto en Brasil 

Los equipos de algunas redes sociales en Brasil habían tomado algunas medidas previas al asalto a las instituciones. Meta, empresa a cargo de las plataformas WhatsApp, Facebook, e Instagram, había designado a Brasil como una localización de alto riesgo desde las últimas elecciones. En declaraciones al Washington Post dijeron que ese lunes habían caracterizado el asalto como “un hecho infractor” y que habían estado quitando contenidos que llamaban a las armas a la población o a invadir el Congreso del país, el Palacio presidencial u otros edificios del Gobierno por la fuerza.

Sin embargo, el día del asalto muchos de esos contenidos seguían accesibles. Hemos comprobado cómo varias publicaciones en Facebook e Instagram llamando a la invasión de las instituciones democráticas el día 8 siguen subidas en el momento de escribir estas líneas. 

Cartel publicado en Facebook que convoca a militares, reservistas y «patriotas» para el 8 de enero

Varios usuarios sacaron rédito de la serie de publicaciones relacionadas con este tema en YouTube. Ao Fatos analizó 47 filmaciones en vivo del evento en YouTube y descubrió que al menos 23 de ellas tenían algún tipo de estrategia de monetización. En esos vídeos, que acumularon más de 300.000 visitas, se veía a partidarios de Bolsonaro devastando edificios en Brasilia y enfrentándose a policías enviados para controlar las manifestaciones.

Hubo usuarios de Youtube que sólo retransmitieron imágenes de otras fuentes, mientras que otros participaron de la invasión. Algunos de estos vídeos han sido eliminados por los propietarios del canal. Los réditos no sólo consistían en dinero. Aos Fatos encontró 16 canales que transmitieron los actos golpistas que se beneficiaron del aumento de audiencia. Uno de ellos pasó de 106.000 a 112.000 suscriptores en las pocas horas que duró la invasión.

Lupa también detalla casos de influencers de redes sociales en Brasil que obtuvieron ingresos o reconocimiento a partir de estos contenidos. Entre ellos se encuentra un exparticipante del programa de TV Gran Hermano Brasil y una figura mediática pro Bolsonaro propietario de un canal verificado que cuenta con casi 12 millones de visitas. 

La manipulación de masas en redes sociales como arma

Aunque las redes de mensajería hayan sido fundamentales en lo que sucedió en la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, las protestas golpistas no nacen en las redes sociales. Llevan desde octubre sucediéndose en las acampadas que hacen golpistas frente a cuarteles y en las calles incitando a las Fuerzas Armadas a sublevarse contra instituciones democráticas, lo cual es inequívocamente un delito. Protestas criminales incluso cuando son pacíficas, como ha explicado João Filho en The Intercept Brasil, que considera terroristas a estos manifestantes. 

Las imágenes y noticias que llegaban de Brasil recordaron inmediatamente a la mayoría el asalto al Capitolio por parte de seguidores de Donald Trump.

Según Andy Campbell, autor de ‘We Are Proud Boys’, un libro de investigación sobre uno de los grupos detrás del intento de golpe estadounidense, “en ambos casos vimos a partidarios de un líder democrático perdedor de extrema derecha asaltar edificios gubernamentales, con planes de usar la violencia para interrumpir la elección de su oponente”.

Tanto Trump como Bolsonaro habían dicho previamente a las elecciones que si perdían eso sería una indicación de que las elecciones estaban amañadas. La diferencia, según Campbell, es que Bolsonaro abandonó en general esas afirmaciones antes del 8 de enero de este año, y permitió la transición de poder a Lula, y Trump no lo hizo. Pero quizás es porque Bolsonaro no ha necesitado significarse en redes sociales para que sucediera algo así en Brasil. 

Los mensajes que llamaron al golpe en Brasil estuvieron colgados y disponibles desde el día 3 hasta por lo menos el día 9 de enero, el día del asalto a las instituciones, según observa Aos Fatos, a pesar de las reglas en contra de la publicación de contenidos violentos que tienen varias de las plataformas. Esto ha hecho pensar a analistas como Loder que Bolsonaro, al igual que Trump, se encuentra seguro enviando a sus seguidores contra el Gobierno democrático desde ellas. 

Elon Musk y Twitter entran en escena

El viernes anterior al asalto en Brasilia, Twitter despidió al menos a una docena de empleados. El recorte incide directamente en su ya disminuido equipo de confianza y seguridad, encargado de la moderación de contenido, según informó Bloomberg. Los trabajadores de equipos que gestionan la política de desinformación de la red social, asuntos globales y medios de comunicación públicos también han sido eliminados. 

La llegada de Elon Musk a la dirección de Twitter fue calificada por Bolsonaro como un “soplo de esperanza” en su momento. Ambos se habían encontrado en Brasil en mayo. “Es el principio de una relación que estoy seguro terminará en matrimonio”, dijo Bolsonaro después de esa reunión.

Dos de sus asesores en campañas electorales, Steve Bannon y Jason Miller le han asesorado tras su derrota en las urnas en los últimos meses, mientras cientos de seguidores del expresidente acampaban fuera de destacamentos militares pidiéndoles que derrocaran al recién elegido presidente Lula da Silva. 

Cristina Tardáguila, fundadora de Lupa, ha recordado que Bolsonaro continúa sin reconocer la victoria de Lula en las elecciones y que incluso en sus perfiles de redes sociales sigue denominándose presidente de Brasil.

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